¿Diagnóstico irreversible? Al parecer, así fue, ya que conforme a la evaluación realizada por los médicos y especialistas responsables de la salud de la pequeña Chloe Narbonne, de 13 años, no tuvieron otra alternativa que la articulada a través del transplante de corazón artificial en el cuerpo de la paciente.
En ese orden de ideas y conforme a la información materializada en un artículo publicado por el diario internacional The Guardian, la joven se sometió a una compleja y por demás innovadora intervención quirúrgica de nueve horas, el pasado primero de mayo de 2016.
La cirugía contó con la participación de 30 profesionales médicos que realizaron la intervención en las instalaciones del Royal Brompton (RBHT), un hospital especializado en corazón y pulmón de Londres.
De acuerdo con la información presentada por el citado diario, la complicada intervención se llevó a cabo luego de un transplante previo que falló y frente a un panorama de escasas opciones y de poco tiempo.
Al respecto, André Simon, director de la unidad de trasplantes de corazón y pulmón del hospital Royal Brompton y uno de los principales responsables de la operación destacó que ese corazón artificial logró mantener con vida a la niña durante varias semanas críticas, hasta la aparición de un donante.
Por otro lado, Fabienne Narbonne, madre de la joven, fue consiente del trabajo de los profesionales de la salud al implantarle dicho dispositivo electrónico en el cuerpo de la paciente.
Es un milagro. Sin el corazón artificial, ella estaría muerta. La mantuvo con vida durante esas semanas cruciales.
Imagen: The Guardian