Durante la XXXVII edición del Curso Interamericano de Oftalmología (CIO), médicos y especialistas en esta área de la Medicina abordaron diferentes aspectos sobre las diferentes tipos de patologías que se presentan a nivel ocular, entre las que destacó el avance de la quimioterapia intravítea para el tratamiento del Retinoblastoma.
Concepto
Como se ha dicho, el retinoblastoma es el cáncer intraocular que se presenta con mayor frecuencia en la población infantil. Su presencia representa proximadamente el 4% de todas las malignidades pediátricas.
En esta línea y conforme a la información depositada en un artículo publicado por la revista especializada Oftalmólogo al Día, cada año son diagnosticados entre 250 y 300 nuevos casos tan sólo en los Estados Unidos. Cifra que se eleva a cinco mil pacientes con esta enfermedad en todo el planeta.
Asimismo, se calcula que el retinoblastoma se puede presentar en una persona de cada 17 mil y 34 mil nacimientos vivos y cuyo padecimiento afecta principalmente a niños menores de 4 años.
Diagnóstico
De acuerdo con Broaddus, E. (2009) el diagnóstico se establece clínicamente y, principalmente, basándose en las características típicas del tumor. Los estudios han demostrado que la leucocoria, el estrabismo y la visión deficiente, son la forma más común de presentación de los signos del retinoblastoma.
En esa línea discursiva, el método más importante para diagnosticar el tumor, es el examen clínico del ojo a través de oftalmoscopio indirecto. Asimismo, los siguientes exámenes especializados pueden ser utilizados para confirmar el diagnóstico:
- Ultrasonografía (US);
- Angiografía por fluoresceína; y,
- Fotografía del fondo del ojo.
Tratamiento / Quimioterapia intravítrea
En esa tesitura, la evaluación hecha por Munier, F.L., et al. (2012) deja ver que el tratamiento de semillas subretinianas y semillas vítreas de retinoblastoma han sido la parte más difícil en el tratamiento de esta patología.
Por esa razón, una nueva técnica que consiste en la inyección del agente terapéutico directamente en el humor vítreo, a través de la pars plana, fue desarrollada debido a la falta de vasculatura en el vítreo.
El hecho de inyectar melfalán, topotecán o una combinación de ambos, directamente en el humor vítreo, eliminó este problema de la manera más conveniente posible.
Referencia:
Broaddus, E., A. Topham, and A.D. Singh, Survival with retinoblastoma in the USA: 1975-2004. Br J Ophthalmol, 2009. 93(1): p. 24-7.
Munier, F.L., et al., Intravitreal chemotherapy for vitreous disease in retinoblastoma revisited: from prohibition to conditional indications. The British journal of ophthalmology, 2012. 96(8): p. 1078-83.
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