De acuerdo con varios especialistas, Donald Trump sufrió una gran derrota y una enorme humillación en su intento por reformar el sistema de salud en Estados Unidos.
Para ponerlo bajo contexto, después de 11 años el partido republicano tomó el control de la presidencia del país y de las dos Cámaras del Congreso. Y por otros siete años los republicanos exigieron la derogación de las reformas en el sistema de salud creadas por el expresidente Barack Obama, mejor conocidas como Obamacare.
De esta forma, la reforma de salud suponía una prueba política para la administración de Trump, pero la misión fracasó. Y aunque el presidente, en un intento desesperado, intentó echarle la culpa a la minoría demócrata, nadie creyó esa explicación.
De acuerdo con el periodista de la BBC, Anthony Zurcher, estas fueron las cuatro razones del fracaso de la reforma de salud de Donald Trump:
Las negociaciones fueron un fracaso
Trump confió en su experiencia como hombre de negocios cerrando contratos. Incluso el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, señaló que el presidente estaba muy “cerca” de conseguir que la reforma fuera aceptada por la Cámara de Representantes, algo que nunca pasó. Por su parte, el mandatario estadounidense promocionó las bondades del proyecto en redes sociales, prensa y en todos los eventos donde apareció. El mismo viernes por la mañana, Spicer aseguró a los reporteros que el presidente había hecho “hazañas extraordinarias” para que la reforma fuera aprobada. Pero por la tarde, el proyecto se hizo trizas y las promesas de Donald Trump sólo se quedaron en eso.
Los republicanos abandonaron a su líder
No sólo fue un mal día para Donald Trump, también lo fue para Paul Ryan, (líder de la Cámara de Representantes), quien fue incapaz de controlar a sus compañeros de partido y su falta de experiencia fue puesta en evidencia. “Estuvimos muy cerca, pero nos quedamos cortos”, lamentó Ryan ante la prensa. Si bien el líder de la Cámara de Representantes tiene el suficiente poder para influir sobre los legisladores, nada de lo que hizo fue suficiente para que la gente tanto de izquierda como de derecha del partido Republicano abandonara el barco del proyecto de ley antes de hundirse.
Agenda sin rumbo
Algunos medios como The New York Times dieron a conocer que en privado, Donald Trump se mostraba arrepentido de haber asumido la reforma sanitaria como su primera prioridad legislativa. Otros temas relacionados con el comercio, el gasto en infraestructura y el muro fronterizo también fueron de los más tratados durante los discursos de Trump, sin embargo, también están en riesgo luego de que la reforma de salud se cayera a pedazos frente a los ojos del magnate estadounidense. Se desconoce si el gobierno tiene un plan B, pero los empresarios y la población sienten desconfianza de escuchar a un presidente que se equivocó en su primera prueba legislativa.
Republicanos molestos
En 2010, los republicanos tomaron posesión de la Cámara de Representantes; en 2014, controlaron el Senado y en 2016 ganaron la presidencia. Los republicanos de base sintieron que la posibilidad de derrocar el Obamacare estaba en sus manos, pero esa oportunidad se esfumó. Ahora, se preguntó si el sistema de salud del expresidente Obama desaparecerá algún día. Anthony Zurcher, de la BBC, asegura una de las principales razones de este fracaso es porque los mismos republicanos no sabían qué hacer con la atención médica. “Ahora que están en el poder, a los republicanos les ha costado trabajo traducir las palabras en acciones políticas concretas”, dijo Zurcher.
