De acuerdo con la información depositada en un artículo publicado por el portal especializado Medicina 21, el cual retomó un par de exposiciones hechas en la revista Molecular Psychiatry, un grupo de investigadores de diferentes instituciones suecas se encuentran abordando el estudio de la esquizofrenia a partir de la incorporación de nuevos enfoques de investigación metodológica.
El Estudio KASP
El Proyecto Esquizofrenia (Karolinska Schizophrenia Project, KASP) coordinado por el Departamento de Fisiología y Farmacología del Instituto Karolinska (KASP), ha congregado a médicos especialistas e investigadores de varias partes del mundo para estudiar a profundidad esta enfermedad que se presenta en el uno por ciento de la población y de la cual se desconocen completamente sus causas.
De lo anterior, los científicos que han planteado la investigación de la esquizofrenia desde otras perspectivas. Siguiendo esa línea discursiva, el estudio reclutó pacientes que habían tenido un primer brote psicótico, para someterlos a exhaustivas pruebas y análisis.
Se emplearon las más recientes técnicas para vislumbrar:
- Su función cognitiva;
- Variantes genéticas;
- Anomalías bioquímicas; y,
- Estructura y función cerebral.
Los primeros resultados
Luego de la recolección de datos, los especialistas contrastaron la información obtenida con personas que no sufren de esta patología para encontrar una relación más completa sobre el proceso experimental.
Los primeros resultados enmarcados en la revista Molecular Psychiatry, demostró que los casos recientes de esquizofrenia tienen niveles más bajos del neurotransmisor GABA en su fluido cerebroespinal en comparación con las personas sanas. Asimismo, el trabajo de investigación dejó ver que la concentración de GABA es menor cuanto más graves los síntomas.
Al respecto, el profesor Göran Engberg, del KASP y uno de los principales responsables del estudio explicó que la investigación es importante porque remarca una teoría que ya se ha trabajado años atrás.
Estudios realizados los últimos años han sugerido una relación entre niveles menores de GABA y esquizofrenia. Nuestros resultados son importantes, pues proporcionan evidencias clínicas que demuestran esta hipótesis.
El neurotransmisor GABA está involucrado en la mayoría de funciones del cerebro, y, junto con el glutamato, se encarga del 90% de todas las transmisiones de señales. Mientras que el glutamato estimula la actividad cerebral, GABA lo inhibe, de forma que ambos neurotransmisores interactúan entre sí.
Imagen: Saludiario