El presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Octavio Iñiguez Mejía, recordó que la ley establece que todos somos donadores de órganos tácitos, sin embargo, en la práctica aún se pide el consentimiento de los familiares para llevar a cabo el proceso, si bien existen 20 mil personas que están a la espera de un trasplante.
El legislador panista detalló que solamente dos de cada 10 personas en espera de un órgano lo conseguirán, un situación que resulta delicada:
La gente cree aún en cosas obsoletas como que si su familiar no está completo no lo pueden sepultar; no obstante hay que respetar.
Destacó que, desde que se legislara por primera vez en el país en materia de donación de órganos, hace más de 30 años (1984), no ha habido actualización:
Necesitamos hospitales donantes, procuradores de órganos y fiscalización de esa práctica. Se tiene voluntad, pero también hace falta dinero y nadie le ha puesto al rubro de salud lo que requiere. Si nadie etiqueta de 9 a 11 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a la salud, no podremos tener programas exitosos y bienestar en el país.
Salvador Aburto Morales, director general del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), explicó que en México hay 29 programas de trasplantes activos, sin embargo, solamente tres funcionan debido a la falta de recursos, infraestructura y personal capacitado, razón por la que pidió a los diputados que tomen conciencia de esta necesidad y generen leyes que fomenten la cultura de la donación de órganos.
Asimismo, acotó que en el Registro Nacional de Trasplantes hay más de 20 mil 500 personas en espera de un órgano, además, concretar la donación es menos costoso que atender a los pacientes enfermos, por ejemplo, en caso de diálisis.