El éxito de un consultorio médico depende en gran medida de la capacidad del profesional de la salud que lo represente, sin embargo, éste no es el único factor que puede ayudar a ganar la lealtad de los pacientes.
A veces se olvida que, por ejemplo, la calidad en la atención puede resultar el mejor promotor del establecimiento de salud.
Ciertamente, a un servicio profesional le conviene sumar aspectos esenciales para hacer de la experiencia del paciente la mejor carta de recomendación:
1. Administrar el tiempo
Sin duda, el tiempo es uno de los recursos más valiosos del médico, por ello, no puede perderlo en citas que no se concretan. Pensando en ello es que se sugiere el uso de software no sólo para tener mejor organizada la agenda de trabajo, también para ayudar a hacer recordatorios, o bien, para tener concentrada toda la información de los pacientes a fin de hacer consultas rápidas y eficaces sobre sus antecedentes. Con este tipo de herramientas también es posible evitar que el paciente pierda más tiempo del necesario en la consulta o esperando por un servicio que parece nunca llegará.
2. Cuidar la decoración
Tener un consultorio médico amigable implica hacerlo cómodo para los usuario, por tanto, no sólo hay que preocuparse de la limpieza, también es necesario vigilar la decoración en la medida en que ésta puede, incluso, mejorar el estado de ánimo de las personas. Por ello, conviene adecuar el espacio de acuerdo con los pacientes que se atienden, por ejemplo, en el caso de niños agregar colores llamativos, y si es un consultorio gineco-obstétrico usar elementos como cuadros que hablen de la maternidad y no sólo colgar esquemas sobre evolución del feto.
3. Ofrecer entremetiendo
Tener revistas en al sala de espera es un recurso clásico en los consultorios médicos, pero no el único, puede ponerse al alcance de los pacientes el diario del día, un televisor, juegos de mesa para los niños, e incluso señal de Wi-Fi. El objetivo es hacer amena la estancia en un lugar al que habitualmente se va por una enfermedad, algo que nadie desea.
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