Los profesionales de la salud, como en la mayor parte de las disciplinas, deben orientar su actuar con honradez, lealtad y vocación de servicio, ya que muchas cosas importantes de la vida de una persona depende de la habilidad y el trato médico. Justamente esas características brillaron por su ausencia en Australia, luego de que un individuo se hiciera pasar como médico en varios hospitales para ganar dinero sin tomar en cuenta el impacto de sus acciones.
¿Conseguir empleo por la derecha?
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En este orden de ideas y conforme a la información plasmada en un artículo publicado por el medio internacional Infobae, Shyam Achara, un hombre de origen indio robó la identidad de Sarang Chitale, un reconocido doctor británico para hacerse pasar como médico especialista en diferentes hospitales de Australia por al menos 11 años.
Foto: Sarang Chitale.
Médico especialista en el Reino Unido
Foto: Shyam Achara.
“Falso médico” ahora prófugo de la Justicia.
El estafador aseguraba que ser un experto en sujetos de la tercera edad y se jactaba de ser un reconocido investigador en el área de la reumatología. El impostor fingió ser un médico en Nueva Gales al sur de Australia, donde siempre fue identificado por tener pocos conocimientos médicos y malos tratos con el personal y sus pacientes.
Cuestión de ética
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A finales del año 2016, luego de haber sido sido descubierto, el “doctor” Acharya abandonó su hogar, a su esposa e hija y su paradero es actualmente desconocido, aunque, muchos de sus vecinos aseguran que es muy probable que se encuentre escondido en algun lugar de Singapur.
Hoy, a poco más de 11 años de uno de los fraudes más importantes en el medio científico, el usurpador fue formalmente acusado por violentar la Ley de Regulación de Profesionales de la Salud. Asimismo, también es investigado por falsificación de la VISA y por robo de identidad.
En esa tesitura, las autoridades del Ministerio de Salud de Australia se encuentran revisando el historial de pacientes atendidos por Acharya, para comprobar si alguno de ellos fue maltratado de algún modo.
Es incognosible el motivo que orilló al joven indio a tomar las decisiones que lo convirtieron en uno de los personajes más irrisorios de la comunidad australiana. Es imposible, si quiera, imaginar la cantidad de personas que depositaron en él su confianza, esperanza y aspiraciones.
Tampoco podemos entender el número de personas que por un mal diagnóstico sucumbieron a causa del “médico” y sus tratamientos “inexpertos” que lejos de la habilidad y conocimiento profesional se valió de la mentira y el engaño.
Esta puede ser una oportunidad para reflexionar un poco sobre el trabajo que diariamente los profesionales de la salud llevan a cabo con toda una vida de conocimientos y preparación para salvar la vida de millones de personas, alrededor del mundo.
¿Qué opinas?
Imagen: Infobae