Siempre ha habido gente imbécil a lo largo de la Historia, principalmente aquellos personajes que pregonan e impulsan el desarrollo armamentista para la progresión de la guerra en las diferentes regiones del mundo. Esa razón la comprende a la perfección este grupo de médicos especialistas que con profesionalismo, empatía y humanismo han dedicado su labor médica a la atención de uno de los vestigios más dañados por el enfrentamiento armado: los refugiados.
En ese contexto y conforme a la información depositada en un artículo publicado por la radio judía Jai96.3, la Asociación Shalom Alaikum en la ciudad de Viena, conformada por un grupo de médicos de diferentes partes del mundo, ha dedicado su trabajo médico a la atención de los refugiados musulmanes que se vieron obligados a dejar su país de origen por la guerra.
Shalom Alaikum, que en hebreo significa “Que la Paz sea contigo” fue fundada en el otoño del año 2015 en un pequeño poblado de la ciudad de Viena como un soporte de refugiados musulmanes para adaptarse a otras realidades, lejos de casa. Desde su creación fue impulsada con el objetivo de eliminar los prejuicios entre judíos y musulmanes.
Al respecto, la doctora Golda Schlaff, una de las responsables de la organización explicó que a pesar de que la asociación fue concebida como una agrupación judía su valor fundamental se ha ido constituyendo en la tolerancia frente a la pluralidad con la participación de voluntarios de cualquier creencia.
Todos tenemos diferentes maneras de creer en el mismo Dios. Nosotros nos encargamos de brindar apoyo en muchos sentidos para recuperar un poco de todo lo perdido por el conflicto bélico.
La organización ha otorgado apoyo:
- Dental;
- Oftalmológico;
- Nutrición;
- General; y de,
- Medicamentos.
Un total aproximado deja ver que Shalom ha brindado servicios médicos a poco más de unas 200 personas de países de:
- Afganistán;
- Argelia;
- Irak;
- Irán;
- Nigeria; y,
- Siria.
Pequeñas acciones pueden representar cambios fundamentales. La profesionalización y los actos en beneficio de unas cuantas personas, por mínimo el número que estas sean, son parte de algo todavía más importante que los médicos deben llevar a la práctica diariamente.
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