De acuerdo a investigadores del Reino Unido, los restos de un peregrino del siglo XII pueden contener información valiosa que ayudará a combatir la lepra.
Los investigadores Simon Roffey y Katie Tucker, de la Universidad de Winchester, y Michael Taylor, de la Universidad de Surrey realizaron pruebas a los restos de varón del cementerio de la antigua leprosería Santa María Magdalena en Winchester. Al analizarlo descubrieron que el genoma de la lepra, M. Leprae, no ha sufrido cambios desde la Edad Media cuando la enfermedad se convirtió en epidemia en Europa.
Los especialistas creen que su poca evolución explica el porqué disminuyó la transmisión de la enfermedad, pues con el paso del tiempo, el mismo genoma pudo haber creado resistencia en el hombre.
La investigación se publicó en la revista científica Plos Neglected Tropical Diseases, en las que se detalla las pruebas hechas a los restos como la datación de radiocarbono, genotipificación, análisis biomolecular, osteología, análisis isotópico de estroncio y oxígeno y métodos arqueológicos con los que se determinó que el peregrino tenía entre 18 y 25 años de edad, fue enterrado en el siglo XI, principios del XII y que el 86 por ciento de sus restos presentan lesiones esqueléticas indicativas de lepra.
El genotipado de la cepa de ‘M. Leprae’ muestreada en el esqueleto recuperado de la tumba lo colocó en el linaje 2F, una cepa generalmente asociada hoy con casos de Asia Sur-Central y Occidental.
La lepra es una infección bacteriana causada por Mycobacterium leprae o Mycobacterium lepromatosis que ha afectado a los seres humanos durante miles de años, poco se sabe de su origen genético por eso el hallazgo de los investigadores británicos ayudará a estudiar la cepa de la lepra encontrada para conocer mejor la enfermedad.
Actualmente se diagnostican más de 200 mil casos en el mundo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.