De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se registran unos 800 mil suicidios alrededor del mundo, si bien el 75 por ciento de ellos ocurren en países de bajos y medianos recursos, por lo que ha lamentado la falta de disponibilidad de datos confiables y suficientes sobre los intentos de las personas para acabar con sus vida.
En este contexto, en Toluca, Estado de México, se presentó el caso de una mujer que se arrojó desde el quinto piso del Centro Médico del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMYM).
Testigos informaron que a esta persona le fue negado un certificado médico y enseguida se precipitó a través de la ventana.
El intento de suicidio le causó varias lesiones que la tienen en estado grave, asimismo, las autoridades reconocieron politraumatismos en dos enfermeras sobre las que esta mujer de entre 30 y 35 años de edad se impactó.
Las trabajadoras de la salud también fueron atendidas en este centro médico, el cual las ha reportado fuera de peligro.
Previamente, el organismo de Naciones Unidas ha advertido que, debido a la sensibilidad del tema y la ilegalidad de las conductas suicidas, es posible que en muchas naciones la clasificación o notificación de los casos sea errónea.
Así que en este caso habrá que esperar a ver si se fincan responsabilidades en contra de la mujer por causar lesiones a las enfermeras, mientras que su intento de suicidio probablemente quede relegado a una empañada estadística mexicana.