El síndrome de Cushing es un trastorno hormonal causado por la exposición prolongada a un exceso de cortisol en el cuerpo. El cortisol es una hormona secretada normalmente por las glándulas suprarrenales y es conocida como “la hormona del estrés”. Esta hormona actúa como un neurotransmisor en nuestro cerebro, y permite una respuesta del organismo en especial cuando enfrentamos situaciones estresantes o con alto grado de tensión, como la enfermedad. La causa más común de este síndrome ocurre por la exposición a medicamentos que contienen glucocorticoides, también, puede deberse a causas endógenas, como tumores hipofisarios productores de hormona adrenocorticotrópica (ACTH), el 70% de los casos de enfermedad de Cushing son debidos a esta causa.
El Dr. Harvey Williams Cushing (1869-1939) sobresale por su dedicación a la patología y tratamiento de tumores intracraneales. El síndrome de hiperadrenocorticalismo, recibe su nombre (Síndrome de Cushing) debido a la descripción de la sintomatología, realizada por el Dr. Cushing en 1932[1].
Síntomas del síndrome de Cushing
Las personas que padecen el síndrome de Cushing desarrollan obesidad central, con este término se describe la acumulación de grasa en abdomen, el pecho y el centro del cuello, se atrofia la musculatura de las extremidades; la acumulación de grasa entre los omoplatos y por detrás del cuello (joroba de búfalo), en frente del esternón y en la región supraclavicular (formándose un “collar” alrededor de la base del cuello). Se refleja un aumento intraabdominal de la grasa visceral, tres de cada cuatro pacientes presentan hipertensión. Y a nivel cutáneo son de piel delgada, hirsutismo (en las mujeres), plétora, equimosis y acné, con estrías anchas de color intenso o morado[2].
Otros síntomas relacionados con el síndrome de Cushing, que se presentan con menor frecuencia son: infecciones recurrentes, irritabilidad, hematomas, depresión, insomnio, mala memoria de corto plazo, calvicie, tendencia a fracturas, debilidad en hombros y cadera, fatiga, hinchazón de piernas y pies, irregularidad menstrual y mala concentración.
Diagnóstico del síndrome de Cushing
Debido a que los síntomas varían y a que muchos de los rasgos del síndrome de Cushing, pueden ser habituales en la población, su diagnóstico basándose sólo en los síntomas es muy difícil. En consecuencia, debe utilizarse pruebas de laboratorio para confirmar las causas de la enfermedad de Cushing o del síndrome de Cushing.
Tratamiento
El tratamiento del síndrome tiene como meta:
- Revertir las manifestaciones clínicas, reduciendo la secreción de cortisol a niveles normales.
- Erradicar totalmente cualquier tumor.
- Evitar la dependencia a los medicamentos.
- Evitar la dependencia permanente a las hormonas.
Sin embargo, en algunos pacientes, es necesario sacrificar alguno de los tres últimos objetivos para lograr el objetivo esencial que es revertir las manifestaciones clínicas.
Es muy importante conocer la diferencia entre la enfermedad y el síndrome de Cushing ya que, los tratamientos son totalmente diferentes. Mientras que uno es de causa natural, el otro se debe a la iatrogenia causada por el uso de glucocorticoides, para tratar una enfermedad autoinmune de base. Por lo que no deben usarse como sinónimos los términos enfermedad y síndrome[3].
[1] https://www.historiadelamedicina.org/cushing.html
[2] https://www.pituitarysociety.org/sites/all/pdfs/Pituitary_Society_Cushings_ES.pdf
[3] https://academic.oup.com/jcem/article-lookup/doi/10.1210/jc.2015-1818
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