En Canadá, investigadores de la British Columbia University en Vancouver desarrollaron un implante magnético de apenas seis milímetros de diámetro para administrar medicamentos y sustituir a las inyecciones intravenosas y la toma de pastillas.
La tecnología probada en tejido animal en laboratorio, fue dada a conocer por Advanced Functional Materials (“Active Regulation of On-Demand Drug Delivery by Magnetically Triggerable Microspouters”) y consiste en una esponja de silicona con partículas de hierro carbonílico magnético envuelto en una capa de polímero redonda.
Ali Shademani, investigador del programa de Ingeniería Biomédica que creó el dispositivo, explicó al respecto:
Los implantes de fármacos pueden ser seguros y eficaces para el tratamiento de muchas enfermedades, y cuando están controlados de forma magnética son particularmente interesantes porque se puede ajustar la dosis después de implantarse.
Esta tecnología funciona inyectando el fármaco en el dispositivo, el cual debe implantarse quirúrgicamente en el área a tratar, para que al pasar un imán sobre la piel del paciente se deforme la esponja y se libere el medicamento en el tejido circundante.
Sus creadores consideran que el dispositivo es los suficientemente fácil de usar como para que los pacientes puedan suministrarse sus medicinas diariamente, por ejemplo en caso de diabetes.
Las pruebas en laboratorio con el fármaco para cáncer de próstata docetaxel mostraron que las dosis pueden suministrarse a demanda, incluso después de varios usos, ya que la liberación depende de la fuente magnética usada.
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