Un estudio publicado por el British Medical Journal (BMJ) dio a conocer las cantidades millonarias que pagan las farmacéuticas a médicos europeos para que éstos oculten los efectos adversos de los medicamentos.
“Miles de médicos reciben sobornos camuflados en forma de pagos de I+D+i (Investigación, desarrollo e innovación) por participar en inútiles estudios post-comercialización”, dijo Angela Spelsberg, del Instituto de Salud Pública, de la Universidad de Berlín, Alemania.
La especialista señaló que los médicos suelen recibir pagos de 2 mil euros por estudio, pero a cambio, deben aceptar compromisos de confidencialidad, lo que los obliga a no hacer públicas las reacciones adversas encontradas en los ensayos, cuya importancia es precisamente, encontrar las reacciones adversas de los fármacos.
“En tres años, las farmacéuticas han pagado cerca de 217 millones de euros a aproximadamente 125 mil médicos alemanes”, dijo Spelsberg, quien diseñó un modelo extrapolable a otros países de la Unión Europea, centrándose principalmente en Francia, Italia, España y Austria.
Los gobiernos en complicidad con directivos de las grandes farmacéuticas son los responsables de evitar el escrutinio público de estos pagos, aceptar informes incompletos y diseños que no son capaces de cumplir con su función.
Angela Spelsberg calificó como grave que los laboratorios oculten esta información puesto que para detectar reacciones adversas raras (1 en 1000) o “muy raras” (1 en 10 mil), las farmas también están incurriendo en ensayos con muestras insuficientes de pacientes. “Más de la mitad de estos estudios tenían menos de 1000 pacientes, cuando sabemos que para encontrar una reacción adversa rara, con una incidencia de 1 en 10 mil, es necesaria una muestra de al menos 30 mil personas”.