Ante las dificultades que manifestaron algunas EPS y las entidades territoriales, en la implementación del Modelo Integral de Atención en Salud (MIAS), El Ministerio de Salud y Protección Social se vio en la obligación de poner enfoque en modificar la resolución 429 de 2016 [1] por medio de la resolución 489 de 2019 [2] en lo relacionado con la progresividad y gradualidad en la implementación, ampliando el plazo otorgado en cuatro años más.
Estas iniciativas buscan integrar la atención en salud para impulsar la necesidad de contener costos, que sin duda, dependen del costo asociado a la enfermedad o al nivel de necesidad que puede reducirse con la intervención oportuna. Visto desde una perspectiva económica, los beneficios principales que se derivan del enfoque integral, además de mejorar la salud de los usuarios, se reducen los gastos y se ahorran costos a largo plazo. Lo que puede realizarse a través del acceso y la utilización de los servicios de salud de forma oportuna, lo que evitaría complicaciones futuras, y como consecuencia se reducen los costos, se aumenta la productividad laboral de las personas en edad de trabajar, generando un mayor impacto económico a la sociedad y se reducirían las cargas por enfermedad para los cuidadores.
El análisis de los beneficios por costo-efectividad y por costo-utilidad son los métodos de evaluación que se utilizarán para medir la intervención en términos de unidades naturales (costo-efectividad), tales como la reducción de la presión arterial, los años de vida ganados, o un estado de medida general de salud (costo-utilidad) como la calidad de vida en los años ganados. Por lo contrario, el análisis de costo-beneficio se adopta desde la perspectiva social, poniendo un valor monetario a los costos y beneficios recibidos por la comunidad, sólo como una valoración.
En esto se incluyen otros retos, como la consideración de los tipos de costos relevantes, la fuente de datos que se puede obtener para realizar mediciones adecuadas, además de la disponibilidad de datos reales que permiten estimar costos.
Desde este enfoque se hacen más notorias las ventajas y la necesidad de abordar las problemáticas de la salud desde una perspectiva preventiva y de atención integral en salud, con lo que se puede reflejar mayor eficiencia y mayores ahorros.
Sin embargo, se sabe por estudios, que los resultados de modelos de atención integral en salud, no son rentables a corto plazo, pues los impactos de los beneficios se acumulan con el tiempo.
Sobre todo, si los servicios integrados tienden a una intervención temprana y cuando son diseñados para evitar la carga de enfermedades crónicas, fácilmente evitables si se trabaja en la prevención y la promoción de una vida saludable.
Si no se articula el sistema a través de Políticas de Atención Integral en Salud (PAIS) y se opera a través del Modelo Integral de Atención en Salud, (MIAS) las enfermedades de alto costo seguirán absorbiendo el sistema.
Son muchos los retos a enfrentar en la implementación a nuestro sistema de salud del Modelo Integral de Atención en Salud, pues requiere del compromiso de los directamente responsables de la toma de decisiones y los sectores políticos.
[1] https://www.minsalud.gov.co/Normatividad_Nuevo/Resoluci%C3%B3n%200429%20de%202016.pdf
[2] https://www.minsalud.gov.co/Normatividad_Nuevo/Forms/DispForm.aspx?ID=5530
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