¿Alguna vez te has preguntado, estimado profesional de la salud, lo infeliz que sería su vida si no hubiera tomado cierta decisión. Lo que pudo haber ocurrido si por lo menos una de esas cosas que pasaron cambiara O si de pronto, todo lo que tenía usted planeado para el futuro no resulta y por el contrario fracasa, irremediablemente?
Los seres humanos sobredimensionan constantemente lo infelices que serán ante la adversidad. Dimite de tu puesto de trabajo en medio de un escándalo, humillando a tu pareja si es posible. Ingresa a la prisión de manera injusta, vende por un puñado de dólares tu participación en un proyecto millonario y nunca, bajo ninguna circunstancia, te conviertas en un miembro de The Beatles.
En ese marco, que para muchos resultará un absurdo, el psicólogo Dan Gilbert, investigador y catedrático de la Harvard dio a conocer algunas de las cuestiones que dificultan el camino de las personas que “buscan” insaciablemente la felicidad. En este contexto, detalla algunas características que lo médicos deben considerar para alcanzar esa meta abstracta de la que muchos hablan, pero que pocos conocen.
De lo anterior, de acuerdo con una serie de reflexiones que se pueden rastrear en un artículo publicado por el periódico El País, el doctor asegura tener la receta para la felicidad, la cual, dista de ser el dinero, el vínculo matrimonial o los hijos que uno trae al mundo, convencido de que esa sería una forma para vivir plenamente.
Los seres humanos infravaloran su propia resiliencia: no se dan cuenta de lo fácil que será cambiar su visión del mundo si ocurre algo malo.
Para el científico, la capacidad de adaptación de muchas personas es como “un sistema inmune psicológico” similar al que defiende al cuerpo de gérmenes y enfermedades. Como las del organismo, dichas defensas de la mente, son más fuertes en unas personas que en otras.
Asimismo, de acuerdo con el especialista en relación con el matrimonio, él esta convencido que las personas casadas son más felices que las solteras, pero, lo son todavía más cundo éstas se divorcian. Pues, al cabo de un tiempo, tanto en hombres y mujeres la felicidad aumenta después de una ruptura.
Por otro lado, cuando se trata del dinero, el doctor se remita a los números, los cuales no tienen mayor impacto que el siguiente:
En efecto, el dinero compra la felicidad. No hay ningún estudio que demuestre que la entrada de un par de euros adicionales nos haga menos felices. Pero, al cabo de unos años, dicha estado de satisfacción se estanca. Da lo mismo cuando ganas 60 mil euros que 60 millones de euros. Es una cuestión de etapas.
Para Gilbert, la felicidad es un asunto de química en el cerebro donde la genética influye, pero las circunstancias también. Ser más feliz es como bajar de peso: no hay un hilo negro, sólo hace falta comer menos y hacer ejercicio. Situación que ocurre en igual medida con la felicidad. Hay cosas que nos llenan, que alegran el día, por mínimas que estas sean. Por esa razón, si se repiten constantemente, incrementará el promedio de la felicidad.
Para una mejor charla con el especialista se recomienda la revisión de sus videos. Por otro lado, si no cree una sola palabra, puede consultar su libro Tropezar con la felicidad, para entender más a detalle el concepto de felicidad que plantea el doctor Gilbert.
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