Si bien las video consultas no son algo nuevo, durante la emergencia sanitaria por Covid-19 se han convertido en un aliado indispensable para profesionales de todas las áreas de la salud, especialmente en el seguimiento de pacientes crónicos.
Pero, a pesar de sus beneficios, migrar a esta modalidad de trabajo supone un gran reto para algunos profesionales de la salud. En su mayoría por desconocimiento de las distintas herramientas disponibles y temor a la reacción de sus pacientes.
Beneficios de la video consulta
Las video consultas tienen muchas ventajas para médicos y pacientes, entre:
- Elimina las barreras geográficas, por lo que siempre que tengan acceso a internet no importa el lugar en donde se encuentren.
- Minimiza los costos operativos de transporte, servicios y personal auxiliar.
- Facilita el acceso a zonas remotas, por lo que se puede garantizar la atención del paciente sin importar donde esté.
- Permite al médico brindar asistencia a cualquier hora del día.
- Se pueden automatizar los pagos.
Desventajas de la video consulta
La principal desventaja de la video consulta es que no se le puede realizar un examen físico al paciente, por lo que no es capaz de sustituir completamente la consulta presencial. Otra desventaja es la dependencia de la conexión a internet, ya que si el servicio no es bueno se ve afectada la calidad de la consulta.
¿Qué actos médicos se pueden realizar por video consulta?
Dadas las limitaciones para realizar el examen físico, los médicos pueden verificar la evolución del tratamiento, ajustar la medicación, aclarar dudas, solventar urgencias y revisar con el paciente información de exámenes de laboratorio, estudios de imagen y otros estudios complementarios.
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¿Por dónde empezar?
Evidentemente, no todos los especialistas pueden realizar video consultas. Pero aquellos que sí pueden, lo primero que deben hacer es buscar una plataforma segura desde la cual empezar sus consultas online.
Si bien es cierto que servicios gratuitos como Zoom, Whatsapp y Skype pueden utilizarse para realizar videollamadas, no cuentan con la seguridad necesaria para resguardar la información personal de los pacientes.
Por eso se recomienda la utilización de un software médico con plataforma de teleconsulta, con lo que no solo están cifradas las comunicaciones entre médico y paciente, sino que también nos permiten llevar las historias clínicas, agendar citas y realizar varias funciones administrativas para gestionar mejor nuestro consultorio.
Lo siguiente, es realizar pruebas con familiares y ambos cercanos, con el fin de familiarizarse con la herramienta y explotar al máximo sus funcionalidades, a la vez que se minimizan los errores.
Una vez hecho esto, se debe notificar a los pacientes que se ha actualizado la modalidad de trabajo. Lo cual debe hacerse con todos los pacientes que asistan al consultorio, por correo electrónico en caso de que uses mailing y también en las distintas plataformas digitales.
¿Qué no puede faltar?
A pesar de no estar en el consultorio, el lugar desde donde se realicen las video consultas debe estar bien iluminado y tener un fondo neutro y ordenado. Y, como en el consultorio, la apariencia del médico debe ser impecable.
Pero además, es necesario contar con internet de al menos 2,5 Mbps de subida y bajada, una buena cámara y una computadora con firewall y antivirus incorporado. En el caso de usar un teléfono móvil, lo recomendable es que sea de alta gama pues tiene más espacio de almacenamiento y tanto el procesador como la cámara son mejores que los de gamas bajas.
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