A fin de actualizar la evaluación, tratamiento y prevención de la obesidad en niños y adolescentes, una comisión designada por la Endocrine Society emitió nuevas directrices de práctica clínica.
Los especialistas recordaron que un niño o adolescente con índice de masa corporal (IMC) igual o superior al percentil 85, pero inferior al percentil 95 para su edad y genero es considerado con sobrepeso, mientras que la obesidad se establece con IMC en percentil igual o superior a 95.
Los expertos de la comisión recomendaron a los médicos valorar sistemáticamente a los niños y adolescentes tras alcanzar un IMC igual o superior al percentil 85.
Asimismo, aconsejaron no recurrir a los análisis de laboratorio sistemáticos para tratar de identificar las causas endocrinas, ya que son pocas e infrecuentes en el caso de la obesidad infantil, si bien aceptaron los estudios cuando las manifestaciones clínicas lo justifiquen, mientras que las pruebas genéticas quedaron relegadas a pequeños con obesidad de inicio temprano, hiperfagia o antecedentes familiares de obesidad extrema.
Los especialistas reiteraron que, una vez que se ha presentado la obesidad en la infancia, es difícil lograr efectos que perduren modificando el estilo de vida, de modo que la prevención es la piedra angular en la lucha contra el trastorno, motivo por el que los médicos deben fomentar y prescribir ejercicio y hábitos alimenticios saludables para el niño o al adolescente, así como parasu familia.
Las nuevas directrices de la Endocrine Society fueron dadas a conocer a través del Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism: “Pediatric Obesity—Assessment, Treatment, and Prevention: An Endocrine Society Clinical Practice Guideline”.
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