Especialistas e investigadores del Massachusetts Institute of Techonolgy (MIT), en la ciudad de Boston, realizaron en el año 2010 un estudio a través del cual identificaron la actividad cerebral de un equipo de estudiantes universitarios de 19 años en su desempeño diario relacionado con actividades específicas como mirar el televisor e ir a la escuela.
El experimento consistió en la colocación de un sensor electrodérmico en la muñeca de las personas sujetas a este estudio para identificar los estímulos que cada actividad repercutía en su vida diaria., las 24 horas del día, los siete días de la semana. Los resultados fueron contundentes, pues los impulsos registrados durante la toma de clases y conferencias magistrales eran exactamente los mismos al momento de ver la televisión. Es decir, nula actividad cerebral.
En ese contexto, el doctor José Ramón Gamo, especialista de la rama neurológica infantil de la Universidad Rey Juan Carlos, reconoce que uno de los principales obstáculos que vive la juventud no sólo de España, sino de todo el mundo, es la actualización de los métodos educativos para la formación de los más pequeños de la familia.
El cerebro necesita emocionarse para aprender. Antes solo se podía observar el comportamiento de los alumnos, pero ahora gracias a las máquinas de neuroimagen podemos ver la actividad cerebral mientras realizan tareas.
En este orden de ideas y a partir de una revisión elaborada por profesionales de distintas áreas de estudio, surge la Neurodidáctica. Un conjunto de conocimientos que está configurando el estado del arte de las Neurociencias y sobre todo su relación con el proceso de lenguaje-aprendizaje. De tal manera, Gamo agrega:
Dicha información es fundamental para el rastreo y ubicación de nuevos padecimientos con la intención de, en un futuro, establecer las medidas adecuadas para su tratamiento.
Imagen: Bigstock