El pasado 31 de enero, autoridades de la Secretaría de Salud del Estado de Jalisco dieron a conocer que, al menos, un tercio de los habitantes del poblado de Agua Caliente, dentro del municipio de Poncictlán, padece de algún grado de daño renal debido a la presencia de metales pesados en el área. Niños de entre 5 y 9 años son los principales afectados.
En ese contexto, investigadores y académicos de la Universidad de Guadalajara realizaron un monitoreo que desde el año pasado ha recabado información sobre los pobladores y el medio sobre el que se desarrollan.
De lo anterior, el doctor Felipe Lozano Kasten, profesor del departamento de Salud Pública del Centro Universitario de Ciencias de la Salud y uno de los principales responsables de la investigación, destacó lo siguiente:
Empezamos a encontrar que la gente está orinando plomo. Están orinando molibdeno, otro metal duro que no se produce en el país y que se usa, fundamentalmente, en la industria del acero inoxidable.
Asimismo, el especialista señaló la presencia de Tungsteno, un material que es utilizado, entre otras cosas, para la producción de bombillas eléctricas.
Al cierre del 2016, el estudio estableció que al menos un tercio de la población era afectada por algún daño renal considerable. Al respecto, los investigadores, que originalmente subrayaron la calidad del consumo de agua como la principal culpable, establecieron que los padecimientos eran originados debido a causas multifactoriales.
Los componentes del aire, agua y productos que se consumen en la localidad, ademas de los hábitos cotidianos en la zona, son algunos de los elementos a considerar para concluir el estudio.
No obstante, los trabajos de investigación continúan para dar un diagnostico atinado con la capacidad de dar respuesta a esta problemática.
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