Especialistas del departamento de Oftalmología del Hospital General Dr. Manuel Gea González determinaron la correlación que existe entre el daño glaucomatoso y el espesor de la capa de fibras nerviosas medido de forma exclusivaa través de la Tomografía Óptica Coherente (OCT).
En un artículo publicado en la Revista Mexicana de Oftalmología, los investigadores Alejandro Cruz Almanza, https://www.saludiario.com/wp-content/uploads/2015/12/8f6d71a5-bigstock-human-brain-and-computer-chip-39563953-1-e1464383720513.jpg Luna-Martínez y Margot K. Brechtel Bindel trabajaron en la explicación empírica constatable de la correlación entre el espesor de la capa de fibras nervioso-retinianas (CFNR) y el daño glaucomatoso obtenido por perimetría estándar, empleando como instrumento de medición la Tomografía Óptica Coherente para, con ello, determinar su grado de utilidad.
La ruta metodológica de este estudio se basó en la comparación transversal y retrospectiva de un acumulado de expedientes clínicos de pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto con la intención de establecer una relación entre sus perimetrías y el resultado de sus OCT de disco óptico.
De acuerdo con el estudio:
Para cada paciente, se registraron variables demográficas, tales como edad y género. Se separó a los pacientes en 3 grupos diferentes de acuerdo con el grado de daño glaucomatoso: leve, moderado y severo. Establecido utilizando criterios campimétricos estandarizados, medidos en el campo visual que mejor coincidiera con la fecha del estudio de la OCT.
Los resultados arrojaron que de los 144 ojos examinados, 54 presentaron daño glaucomatoso leve, 28 moderado y 62 severo de acuerdo con sus perimetrías. Asimismo, el espesor promedio de la capa de fibras nerviosas fue 97.76, 79.16 y 67.73 m, respectivamente.
En este sentido, se encontró una correlación significativa entre el espesor de la CFNR y el grado de daño, pero debido a variaciones entre los grupos sometidos a este estudio no se puede establecer un rango exacto para establecer una conexión directa entre ambas situaciones.
La ausencia de precisión estadística es la razón fundamental por la que no se puede utilizar únicamente la Tomografía Óptica Coherente para determinar una correlación puntual entre la estructura y la función visual establecida por la campimetría.
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