En los últimos años el paciente ha cobrado una mayor relevancia dentro del ámbito médico, razón por la que muchas instituciones de salud han optado por desarrollar mejores herramientas de calidad para garantizar la seguridad de los pacientes.
Un estudio realizado por el Hospital Johns Hopkins y publicado por el British Medical Journal (BMJ) menciona que los errores médicos representan la tercera causa de muerte en Estados Unidos, sólo detrás de cáncer y las enfermedades del corazón.
Los expertos señalaron que aunque no existen estadísticas oficiales sobre el número de muertes provocadas por errores médicos, estiman que podría ser entre 210 mil y 400 mil, sólo en pacientes hospitalizados.
“Aunque se trata de la tercera causa de muerte en Estados Unidos, la realidad es que este problema ocurre en todo el mundo”, dijo Martin Makary, autor principal del estudio.
Retos en seguridad hospitalaria 2017
Ante esta problemática, varios expertos han identificado una serie de retos para mejorar la seguridad del paciente en hospitales. Aquí algunos de ellos:
- Resistencia al cambio. Cuando una institución de salud lleva años realizando los mismos procedimientos es difícil generar cambios. Por eso, realizar nuevos protocolos de seguridad debe convertirse en un reto para cualquier equipo y requiere juntar voluntades y un cambio de mentalidad para lograrlo.
- Eliminar el ego. El ego es un gran obstáculo para posibilitar el cambio. Lo peor que un equipo médico puede decir es “siempre lo hemos hecho así y nunca ha pasado nada”.
- La teoría de la manzana podrida. Cuando un paciente sufre daños por un error médico, lo más lógico, y fácil, es culpar al responsable del error y removerlo de su cargo. Sin embargo, dentro del ámbito hospitalario, esto no puede ofrecer ninguna solución, ya que una falla humana debe ser vista como un error de sistema o de conjunto, y no como la equivocación de una sola persona.
- Análisis de situación de riesgo. Muchas instituciones de salud se encuentran obsesionadas por analizar los errores médicos cuando un paciente ha recibido un daño directo. Sin embargo, en lugar de tratar de reducir el error, lo mejor sería concentrarse en el análisis sobre situaciones de riesgo para desarrollar mejores medidas de seguridad.