De acuerdo al documento “Estudios de la OCDE sobre los sistemas de salud: México 2016”, el sistema de servicios de salud de nuestro país es calificado como fragmentado e ineficiente.
En dicho estudio, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), señala que el incremento al presupuesto público destinado al sector no ha ofrecido mejoras evidentes a la salud de los mexicanos. De igual forma, menciona que el dinero invertido no ha entregado los resultados esperados por lo que calificó al sistema de salud mexicano como crítico.
En el documento, la OCDE afirma que las autoridades de salud y el gobierno federal han fallado en atender las necesidades básicas de salud de México, pues “no es equitativo y funciona con demasiadas fallas”.
A 10 años de la instrumentación del Seguro Popular, el sistema de salud en México se encuentra en una posición crítica. Además, éste se encuentra fragmentado ya que los diferentes esquemas de aseguramiento médico (IMSS, ISSSTE, PEMEX, Seguro Popular y el de las fuerzas armadas) imposibilitan un servicio médico sólido, justo y sostenible, pues cada uno de los esquemas cuenta precios diferentes y resultados distintos.
Estas deficiencias se deben al excesivo gasto administrativo, los más altos de la OCDE, los cuales no bajaron en la última década. Por otra parte, el gasto que hacen las familias se ubica alrededor de 45 por ciento del gasto total de salud, que también es uno de los más altos. El sistema de salud mexicano no ofrece una cobertura efectiva ni servicios de alta calidad”, indicó el reporte de la OCDE.
En su informe, la OCDE lamentó que la atención médica en México dependa de la condición laboral de cada persona, pues “cuando un mexicano cae en la informalidad, pierde la atención médica a la que tenía derecho”.
Las tasas de supervivencia tras un ataque al corazón o un ACV son peores que en otros países de la OCDE. También, las dificultades para modificar los estilos de vida que dañan la salud son inquietantes, pues México se ubica como el segundo país con mayor sobrepeso entre los países de la OCDE, además, casi uno de cada seis adultos tiene diabetes.
Finalmente, el informe advierte que México necesita con urgencia un sistema de salud que responda a las necesidades cambiantes de las personas, capaz de ofrecer un servicio personalizado, continuo, proactivo y con orientación preventiva, rentable y sustentable. “Sin embargo, un análisis de las disposiciones actuales sugiere que este sistema en México está lejos de ser el caso”, sentenció la OCDE.