Con la evolución de la medicina, han evolucionado, también, los médicos. En la actualidad se vive una etapa de cambios sociales muy intensos, los pacientes están cada vez más informados y la interacción médico paciente ya salió de la etapa protectora y autoritaria e incluso va más allá del consultorio. Además, las nuevas tecnologías brindan un abanico de posibilidades muy amplio. Las comunicaciones a través de los teléfonos, el internet y el mundo de posibilidades que ofrece inmediatez y la facilidad de llegar a muchas personas al mismo tiempo. Las redes sociales no sólo son un medio de ocio y entretenimiento, sino que son una herramienta médica valiosísima.
En el trabajo cotidiano con los pacientes, se mantiene muy clara la parte ética de la profesión, guiada por el “Código Deontológico”. Ahora bien, en el escenario de las redes sociales, y de forma muy inocente, se corre el peligro de ignorar algunas normas básicas del comportamiento profesional. Por ningún motivo se puede permitir que se diluya esa responsabilidad inherente a la profesión, cuando un médico se presente como tal en redes sociales.[1]
Si se toma la decisión de presentarse como médico en las redes sociales, es importante que, éste, mantenga la misma actitud ética, responsable y cuidadosa que en consulta. El actuar del médico va más allá del acto asistencial y estar fuera del consultorio no lo exime de la responsabilidad y no debe poner en tela de juicio su profesionalismo.
Con todo esto en mente, el estudiante de medicina y el médico, deberán confirmar el compromiso de su profesión con la sociedad a la que presta sus nobles servicios, manteniendo la confianza social, autorregulando su comportamiento en redes sociales, para lo cual damos algunas recomendaciones:
Respetar el secreto médico y la confidencialidad
- Si se comparte información sobre un paciente en redes sociales, el paciente no debe ser identificable.
- De mencionar la patología o imágenes del paciente, debe existir un objetivo claro, que debería ser siempre para beneficiar al paciente.
- Ejercer la máxima cautela cuando se utilizan aplicaciones de mensajería telefónica, que no comprometa los datos enviados.
- No es sensato tener almacenada información sobre los pacientes en teléfonos móviles u ordenadores portátiles personales. De hacerlo es importante encriptar la información y proteger los dispositivos con claves.
- Es imprescindible tener el permiso del paciente antes de tomar fotos y compartir con otros profesionales su historia clínica.
Evitar dar consejos médicos a los pacientes por medios virtuales
- No es obligatorio atender consultas médicas, a pacientes desconocidos.
- Si el paciente es conocido y se atiende la consulta, garantice la confidencialidad.
- Al aprovechar el poder amplificador de las redes sociales y resolver dudas de interés general, se debe ser cuidadoso de sus diagnósticos.
Cuidar que la imagen virtual sea siempre profesional y adecuada
Cuando el profesional se presenta en redes sociales como médico, es importante recordar que está promocionando su imagen corporativa, por lo tanto, debe:
- Evitar dar un uso inconveniente e inadecuado a las redes sociales.
- Evitar actitudes frívolas, insensibles o poco acordes a las normas de urbanidad, educación, respeto y cortesía.
- No dar opiniones con ligereza a temas médicos.
Además, mantener una actitud responsable y respetuosa con la información difundida en redes sociales, mantener el buen trato hacia sus colegas y compañeros de trabajo en lo que respecta a redes sociales y hacer buen uso de la publicidad en las mismas.
[1] (OMS, 2002)
[2] (DÍAZ-RAMOS, 2016)
RB-M-21969
- Material dirigido solo a profesionales de la Salud
- Información realizada para profesionales de la salud en territorio colombiano
- Todo lo publicado en la plataforma es una recomendación, más no una prescripción o indicación médica