Johnson & Johnson (J&J) y su unidad de ortopedia DePuy habían sido sentenciados a pagar más de mil millones de dólares a los demandantes de seis requerimientos que denunciaron lesiones por los implantes de cadera Pinnacle, no obstante, un juez de Dallas redujo en casi la mitad el monto establecido por el jurado en diciembre pasado por “consideraciones constitucionales”.
El juez federal Ed Kinkeade señaló que tales consideraciones limitan la cantidad de demandantes que pueden recuperarse en daños punitivos, sin embargo, reiteró las conclusiones del juicio sobre los defectos de los implantes y la falta de advertencias sobre los riesgos a los consumidores.
Por tal motivo, la sentencia se redujo a 479 millones de dólares si bien las afectaciones que presentaron los pacientes incluyen muerte de tejido, erosión ósea y otras lesiones atribuidas a los defectos de diseño.
En 2013 DePuy dejó de vender los implantes de cadera metálicos Pinnacle luego de que la Agencia de Alimentos y Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos fortaleciera las regulaciones sobre este tipo de dispositivos, pero ese mismo año la empresa tuvo que pagar 2 mil 500 millones de dólares por las más de 7 mil demandas que se registraron en contra de éstos.