A unos días de haber iniciado 2017, el estado de Texas presentó una demanda en contra de la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos con la intención de forzarla a tomar una decisión sobre un cargamento de fármacos que mantiene requisado desde julio de 2015 en el aeropuerto de Houston.
A través de un comunicado, Ken Paxton, procurador general de Texas y autor de la demanda, señaló que el regulador estadounidense debió tomar una determinación sobre los viales requisados en un periodo “razonable”.
La FDA ha mantenido bloqueado y bajo custodia a lo largo de 17 meses un cargamento de mil inyecciones letales comprado en la India por el Departamento de Justicia Criminal de Texas para usarlo en las ejecuciones de reos condenados a pena de muerte.
Paxton, político republicano, ha señalado que sólo hay dos razones por las que la Agencia de Alimentos y Medicamentos demoraría este tiempo para tomar una decisión final sobre la importación del barbitúrico tiopentato de sodio en Texas, por “gran incompetencia o una obstinada obstrucción”.
Los sistemas carcelario estatales tiene problema de acceso a las inyecciones letales desde que en 2011 las farmacéuticas estadounidenses y europeas dejaron de venderles pentotal sódico presionadas por los opositores a la pena capital, no obstante, entre 2014 y enero de 2016, según señala una tabla de Statista con información del Death Penalty Information Center (DPIC), en Texas se efectuaron 26 ejecuciones de reos.
Dada la escasez del fármaco, algunos estados han probado nuevas opciones que han resultado en ejecuciones fallidas que han provocados numerosas demandas en los tribunales.
Desde 1982, Texas ha ejecutado por inyección letal a 538 reos, sin embargo, la escasez del fármaco ha afectado la aplicación de la pena de muerte, de tal forma que en todo 2016 sólo se ejecutó a siete presos, el número más bajo en las últimas dos décadas. Al respecto, destaca que desde 2012 este estado ha usado altas dosis de un anestésico general para animales, el pentobarbital, para llevar a cabo las sentencias.
La demanda interpuesta por el procurador Paxton llega un par de semanas antes de que el presidente electo, Donald Trump, partidario de la pena de muerte (a diferencia de Barack Obama), entre a la Casa Blanca y tome las riendas de las estructuras federales, incluida la FDA.
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