Aunque puede que no hayas ido nunca, puede que te hayas planteado acudir al psicólogo en algún momento de tu vida. Una de las principales dudas que te pueden asaltar es dónde se sentará el paciente a hablar con el especialista en la consulta de psicología ya que la comodidad y el poder confiar en el psicólogo a la hora de contarle tus problemas o preocupaciones va a depender, fundamentalmente, de la postura que tengas en consulta y donde te sitúe el especialista.
Normalmente, los especialistas en psicología suelen delimitar dos áreas en los despachos para que así los pacientes se sientan totalmente cómodos. Por ejemplo, cuentan con una mesa de trabajo con dos sillas, en la que realizan su trabajo individual y en la que, habitualmente, reciben al paciente el primer día para así realizar los trámites más de papel que existen. Aparte, también cuentan con una zona con sillones confortables en las que poder hablar de forma más relajada y rebajar, en algo, la tensión que suele traer el paciente a consulta.
Cada paciente tiene su opción de asiento preferida en la consulta de psicología
Eso sí, cada paciente suele tener sus preferencias. Por ejemplo, habrá quienes pidan continuar la terapia en la mesa, al igual que ocurre en una consulta médica ya que se suelen sentir más cómodos en la mesa, a modo de protección. Aunque, otros pacientes, sin embargo, prefieren sentarse en el sillón.
En esta modalidad de sentarse en el sillón existen varias opciones como ¿cuál de los dos sillones eligen? Normalmente, el paciente suele escoger el que está más cerca de la puerta ya que es más natural para ellos, ya que desde su papel de paciente, lo más lógico es no entrar tanto dentro del despacho.
La elección de la mesa o los sillones ya deja claro el carácter del paciente ya que son más inseguros si se sientan en la mesa, más tranquilo en el sillón cercano a la puerta y más dominante si se sienta en el sillón de dentro.
Las posturas y selección de asientos va evolucionando durante la terapia
También debes tener claro que, a lo largo de las sesiones de terapia, las posturas y la selección de los asientos van evolucionando ya que, por norma general, los pacientes se van sintiendo más cómodos y adoptan posturas más relajadas.
Asimismo, como experto en psicología puedes ir experimentando con cambios en las posiciones, haciendo que cambien su sillón con el tuyo para así adoptar otra perspectiva en la sala, ya que se ven diferentes cosas e incluso se escucha algo diferente a la voz. Sobre todo, este cambio ayuda a flexibilizar las posturas (tanto mentales como físicas), tanto del paciente como del terapeuta y muchas veces, excesivamente rígidas y es que, un objetivo importante es flexibilizar los esquemas mentales que los pacientes llevan a tu consulta.
Por último, es importante también a tener en cuenta el tipo de postura que tiene el paciente en el sitio y es que dentro de la postura hay diferentes modalidades. Puedes encontrar desde los más relajados que se recostan cómodamente y aprovechan el rato de terapia para relajarse lo antes posible, hasta los que están más alerta, que mantienen una postura erguida y una cierta tensión corporal.
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