¿Cómo ser un buen médico rural?

Aunque muchos hablan de que los pueblos están totalmente abandonados, lo cierto es que el mundo rural está en auge y son muchas las personas que, incluso, pasan de vivir de la ciudad al hábito rural debido a la tranquilidad de este tipo de lugares. Aunque, también es cierto que, en muchas ocasiones esta tranquilidad hace que el vivir tenga otros inconvenientes ya que no existen suficientes sitios para comprar y hay que abastecerse con compras grandes realizadas cada semana, quincena o al mes e incluso hay ciertos servicios que pueden no ser disfrutados en su totalidad.

Uno de los servicios que es imprescindible en cualquier tipo de ámbito (incluso en el rural) es el de la salud y es por eso por lo que el médico rural es una figura totalmente imprescindible en cualquier pueblo (por pequeño que sea) ya que, aunque la mejora de las comunicaciones y el éxodo a las grandes ciudades hayan hecho que esta figura haya perdido cierta relevancia, su labor sigue siendo fundamental para ofrecer asistencia sanitaria a poblaciones aisladas.

Definición de médico rural

Básicamente, se puede definir al médico rural como el que atiende a poblaciones de más de 15 mil habitantes. En municipios tan pequeños, a menudo, resulta inviable construir un centro de salud u hospital y es por eso por lo que la alternativa de que los hospitales se desplacen al hospital más cercano tampoco es ideal, ya que hay que tener en cuenta que, en la mayoría de las ocasiones, estos pueblos cuentan con una población muy envejecida.

Así es su labor diaria

El día a día de un médico rural no es, para nada, tranquilo. Al profesional se le asignan varias poblaciones pequeñas de una zona y él se encarga de “hacer la ronda” visitando periódicamente cada una de ellas para pasar consulta en el consultorio local o ir a casa de los enfermos.

Es por eso por lo que los médicos rurales se pueden considerar incluso más que médicos y forman parte ya del patrimonio cultural y una de las figuras más respetadas en el entorno rural, donde ejercen de médicos pero también, en muchas ocasiones, de psicólogos y confesores.

Lo peor para el médico rural es tener que pasar tanto tiempo en la carretera pero como aspectos positivos destacan la cercanía con sus pacientes, con los que llegan incluso a establecer una relación muy estrecha. 

Aunque puede parecer mentira, en el entorno rural, las personas suelen acudir más al médico. Además, se puede destacar que los médicos rurales están menos aislados gracias a las nuevas tecnologías, aunque hay muchos que creen que su figura desaparecerá en un futuro no muy lejano ya que la tendencia parece que va a ser facilitar el transporte de los habitantes del medio rural a centros con mayores posibilidades, aunque manteniendo la atención domiciliaria en los casos que sea necesario.

Así que sea cual sea su futuro, lo cierto es que hay que cuidar a esta figura que tanto trabajo ha hecho siempre por la gente de los pueblos más remotos.

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