La Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) sólo favorece a las grandes farmacéuticas, al menos esa es la opinón de Emmanuel Zúñiga, presidente de la Federación Nacional de la Industria Herbolaria y Medicina Alternativa, Tradicional y Naturista (FNIHMATN), al considerar que afecta gravemente la producción del sector herbolario, el cual incluye desde agricultores y recolectores, hasta comerciantes y prestadores de atención para tratamientos herbolarios.
Explicó que, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana (NOM) 248, sobre remedios herbolarios, se establece la obligatoriedad de contar con instalaciones especiales para la elaboración de las medicinas con un costo superior a los 20 millones de pesos, una situación que afecta la práctica de la medicina tradicional y contrasta con la realidad económico-financiera de las micro, pequeñas y medianas empresas (mpymes).
Por ello, consideró que la Cofepris muestra indisposición para reconocer la realidad de los productores nacionales y con ello ha favorecido a los poderosos laboratorios trasnacionales en detrimento de la medicina tradicional.
Aunque reconoció que tanto Cofepris como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) han participado en foros para la implementación de una política pública de reconocimiento de las prácticas medicinales ancestrales, esto no ha pasado de ser una aspiración, ya que la normatividad vigente las desprotege, de modo que algunos de sus productos reconocidos científicamente terminan siendo fabricados por las grandes farmacéuticas.
Ante esta problemática, convocó a la comunidad científica a aportar sus conocimientos en el estudio objetivo de las propiedades de la medicina herbolaria para fomentar su desarrollo, explotar su potencial y eliminar la inequidad económica en favor del desarrollo de empleos en el país.
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