En Estados Unidos, el neurocientífico del Cold Spring Harbor, Anthony Zador, desarrolló una técnica con la que es posible trazar en un solo test gran cantidad de conexiones cerebrales.
Con el llamado Map-seq sería posible ayudar a estudiar trastorno como autismo y esquizofrenia: “tenemos la base para toda una tecnología nueva con una infinidad de aplicaciones”, declaró el investigador.
Actualmente, se recurre al método de “conectoma cerebral” para observar conexiones neurológicas, pero se trata de un procedimiento complicado que depende de proteínaas fluorescentes y microscopios de observación celular, lo que representa grandes dificultades para rastrear conexiones simultáneamente.
En tanto, Map-seq genera una biblioteca de virus con secuencias aleatorias de ARN. La mezcla se inyecta en el cerebro y, por cada neurona, penetra un virus, el cual asigna un “código de barras de ARN único”.
El siguiente paso es dividir el cerebro en secciones ordenadas para poder procesarlas a fin de que un secuenciador de ADN vaya leyendo los códigos de barras y los investigadores compongan una “matriz de conectividad” que ilustra cómo se conecta cada neurona.
El método ha sido probado en roedores en una región cerebral conocida como locus cerúleo, donde rastrearon las conexiones de salida de unas mil neuronas. El principal colaborador de Zador, Justus Kebschull, ha señalado que ahora es posible “mapear 100 mil células a la vez, durante una semana, con un único experimento”, algo que antes era imposible.
Con el Map-seq ahora están en posibilidad de estudiar muchos modelos de ratón para tener aproximaciones a enfermedades como esquizofrenia o trastornos como autismo, donde se considera que la conectividad cerebral es disfuncional por mutaciones genéticas.
Los avances de esta propuesta fueron publicadas por la revista Neuron: “High-Throughput Mapping of Single-Neuron Projections by Sequencing of Barcoded RNA”.
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