Todos los empleos resultan agotadores, pero pocos son tan extenuantes como un turno de guardia en un hospital. Y es que el personal de salud, no sólo tiene que lidiar con el cansancio, sino también con situaciones de gran estrés, de las que puede depender la vida de los pacientes.
Familiares angustiados, pacientes irritables, gran cantidad de horas acumuladas, falta de sueño, hambre, obligaciones y situaciones personales, son sólo algunos de los factores con los que hay que lidiar cada día.
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En este contexto, es muy frecuente que la inteligencia emocional nos abandone y se apodere de nosotros el mal humor, que a la larga se contagiará a todo el equipo de trabajo. Por ello, es importante tener a mano herramientas para combatir el abatimiento durante esos momentos.
Toma pausas activas
Tomar pausas activas durante 10 minutos cada 2 horas de trabajo, es la mejor manera de combatir el agotamiento mental y disminuir las molestias físicas que se traducen en contracturas y calambres musculares.
La pausa activa consiste en realizar estiramientos sencillos, mientras se realizan respiraciones profundas. Si pasas mucho tiempo sentado, debes caminar mientras los realizas, por el contrario si estás de pie la mayor parte de la jornada, deberás tomarte unos minutos y sentarte.
Cierra los ojos y respira
Puede que no tengas 10 minutos para ausentarte de tu puesto de trabajo, en ese caso la solución más eficaz es cerrar un momento los ojos y tomar tres respiraciones profundas. De esa manera llegará sangre oxigenada a tu cerebro y el cansancio se disipará un poco. Además, aumentarás tu concentración y mantendrás el enfoque.
Comparte con tus compañeros
La manera más efectiva de limar las asperezas en un entorno laboral es compartiendo algo de comida. Pueden elegir un día de la semana en el cual todos puedan llevar algo para compartir, y tomarse un momento durante la guardia para socializar y compartir.
El compartir con otros fomenta lazos interpersonales y relaciones más sanas y duraderas entre los compañeros de trabajo.
Reserva un momento para realizar una actividad que te agrade
Quizás te gusta organizar el escritorio, regar alguna planta, escuchar algo de música o tomar una taza de café en la sala de descanso.
Asegúrate de realizar al menos una actividad que te resulte placentera durante las horas de trabajo, de esa manera no perderás la motivación y tendrás un mecanismo con el que automáticamente puedas mejorar tu estado de ánimo siempre que lo necesites.
Evalúa la situación
Por lo general, existe un detonante para el mal genio; por lo que es importante que analices qué te llevó hasta esa situación con el fin de hacer los correctivos necesarios para evitarla en futuras oportunidades.
Además, cuando racionalizamos la situación, somos capaces de verbalizar nuestro enojo de una manera asertiva, y tomarnos un tiempo fuera para desahogarnos sin recurrir a la agresión.
Como seres humanos no podemos evitar sentir cansancio, ira o tristeza, cosa que además es muy frecuente durante las guardias, cuando perdemos a un paciente, cuando algún miembro del equipo falla o cuando los familiares no tienen la mejor actitud.
En esos momentos, lo fundamental es controlar las explosiones de carácter para evitar agredir a familiares, pacientes y otros miembros del equipo.
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