Para muchas personas Fidel Castro representaba el último gran fracaso del comunismo, mientras que para muchas otras representaba enteramente lo opuesto. Sea una o la otra, lo verdaderamente cierto es que bajo el régimen de Castro el sistema de salud cubano logró consolidarse como uno de los más reconocidos en todo el planeta.
A pesar de las limitaciones inherentes a la situación política que vivió la isla desde el ascenso de Castro al poder, el sistema de salud cubano ha sido reconocido a lo largo de las décadas no sólo por su excelencia y eficiencia, sino por su nivel de desarrollo, equiparable al de naciones más solventes, y la universalización del acceso al mismo.
De hecho el nivel de los servicios de salud en Cuba es tan alto que a finales de 2014 Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud, les señaló como un ejemplo a seguir por parte de todos los países del mundo.
Cuba es el único país que he visto que tiene un sistema de salud estrechamente relacionado con la investigación y el desarrollo en ciclo cerrado. Es ésta la dirección correcta, porque la salud humana no puede mejorar si no es con la innovación”, señalaba en aquella ocasión la directora del organismo de Naciones Unidas.
Entre los grandes logros conseguidos por Cuba dentro del campo de la salud en tiempos recientes se encuentra el haberse convertido en el primer país en conseguir la eliminación de la transmisión del VIH/Sida y sífilis de madre a hijo, logro alcanzado a mediados del año pasado.
Otros indicadores que muestran la calidad del sistema de salud cubano son su tasa de mortalidad infantil (4.2 por cada mil nacimientos), la más baja del continente (incluso menor a la de Estados Unidos), así como una esperanza de vida de 78 años que le ubica como uno de los países más longevos del continente y del Tercer Mundo.
Pero los cubanos no han sido los únicos beneficiados por el sistema de salud que floreció bajo el régimen de Fidel Castro, pues se calcula que actualmente cerca de 30 mil colaboradores médicos isleños colaboran con los servicios de salud de 60 naciones diferentes.
Entre todo lo malo que dejó el régimen de Fidel Castro en Cuba, no se puede dejar de hablar de uno de los sistemas de salud más desarrollados del mundo, mismo que esperemos pueda seguir creciendo de la misma manera ante los cambios que se vienen.