Durante esta semana la Asociación Mexicana de Gastroenterología celebró la Semana Nacional de Gastroenterología en el Centro de Convenciones de Mazatlán, Sinaloa, donde se reunieron facultativos para discutir temas de relevancia en su especialidad.
En el evento, Jorge A. Moreno Martínez, pediatra infectólogo, recordó que, con frecuencia, el manejo del paciente con gastroenteritis aguda (GEA) no es el adecuado, de modo que la comunidad médica necesita actualizarse en alternativas de tratamiento, sin perder de vista que lo primordial es mantener la hidratación oral, así como recurrir a un medicamento adyuvante:
En México, la diarrea es la segunda causa de morbi y mortalidad; los niños menores de 5 años son la población más vulnerable. El principal riesgo es la deshidratación, debida al vómito y/o evacuaciones, lo cual, en el peor de los escenarios, puede inducir al pequeño paciente a un estado hipovolémico y fallecer.
Al respecto, una gráfica de Statista con información de la Secretaría de Salud federal muestra que desde 2010 se atiende anualmente a más de un millón de infantes menores de 5 años de edad por cuadros diarreicos, no obstante, a pesar de que en en 2014 hubo un millón 029 mil 560 casos y cuatro años atrás un millón 323 mil 670, en 2011 se alcanzó el picó de 4 millones 485 mil 380, lo que da cuenta del alcance de este padecimiento en territorio nacional.
El especialista expuso un caso real de diarrea mal tratada en un infante, la cual trajo desenlace fatal para el paciente y una demanda por negligencia para el médico tratante.
Detalló que en el 75 por ciento de los casos, la diarrea es ocasionada por virus (rotavirus y norovirus), y solamente en el 20 por ciento por bacterias, y el 5 por ciento restante por parásitos, de modo que los antibióticos son innecesarios en la mayoría de los casos y, además, en lugar de contribuir a la recuperación del paciente pueden dañar la microbiota intestinal.
Asimismo, advirtió que existen medicamentos que suelen detener la motilidad del intestino, lo que impide que los patógenos causantes de la enfermedad, ya sea virus, bacterias u hongos, sean expulsados del organismo.
Con base en guías de la Sociedad Norteamericana de Gastroenterología Pediátrica, Hepatología y Nutrición (NASPGHAN) y del Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica (NICE, por sus siglas en inglés) de Reino Unido, recomendó dar prioridad la rehidratación con soluciones y posteriormente administrar un medicamento que ayude a detener los síntomas.
Agregó que una opción adecuada para complementar el tratamiento de diarrea de los pacientes pediátricos a partir de los tres meses de edad puede ser la diosmectita (compuesto de magnesio y aluminio), ya que no detiene la motilidad intestinal y favorece la expulsión de los agentes causantes de la enfermedad.
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