La realización de una autopsia completa demanda de personal especializado, infraestructura, material quirúrgico e inversión de tiempo y dinero, recurso que con frecuencia escasean en las zonas rurales y los países más pobres, de modo que en su lugar hay quienes recurren al análisis de la historia clínica o la autopsia verbal, métodos poco confiables que ahora pueden encontrar relevo en la autopsia mínimamente invasiva (MIA, por sus siglas en inglés).
Ésta consiste en realizar análisis sobre muestras de sangre, tejido y líquido cefalorrauñideo mediante agujas e biopsia, lo que demanda menos especialización del personal de salud y recursos más limitados con resultados efectivos.
Al respecto, un estudio que forma parte del proyecto CaDMIA y que ha sido publicado en PLOS Medicine (“Validity of a Minimally Invasive Autopsy for Cause of Death Determination in Adults in Mozambique: An Observational Study”), señala que la autopsia mínimamente invasiva tiene una coincidencia del 76 por ciento con los resultados de la autopsia completa (AC) según ensayo realizado en 112 sujetos adultos fallecidos en Mozambique.
Jaume Ordi, principal autor del estudio y patólogo del Hospital Clínic de Barcelona, España, destacó que la concordancia para enfermedades infecciosas fue de 85 por ciento, lo que resulta fiabilidad muy alta si se toma en cuenta que la MIA se aplicaría en países pobres, por ejemplo del África Subsahariana, donde resulta complicado efectuar una AC:
Es mucho mejor que las herramientas que tenemos actualmente, mucho menos fiables y que nunca han sido validadas.
Por ahora, son los métodos poco fiables los que ayudan a estimar la muerte de las personas por causas como tuberculosis, Sida, neumonía o malaria, de modo que se hacer necesario contar con opciones que permitan conocer com mayor precisión qué está pasando en el ámbito de la salud y actuar en consecuencia:
Es decisivo conocer cuáles son las enfermedades más prevalentes para así saber cuáles son las prioridades en las que debemos invertir con el objetivo de mejorar la salud de la gente.
La MIA es una metodología de muestreo patológico más aceptable que incluye el uso de técnicas de imagen y el rendimiento de biopsias de diagnóstico específicas cuya confiabilidad representaría importante logro para la salud pública al facilitar una vigilancia más consistente de las enfermedades con mayor carga de mortalidad a fin de mejorar la planificación de la salud y evaluar el gasto de recursos.
Imagen: Bigstock