Luego de cinco años de soportar bombardeos, la ciudad siria de Alepo perdió el último hospital que se sostenía en pie en la zona este.
Los nosocomios han sido reiteradamente atacados en el fuego cruzado entre las fuerzas rebeldes y las afines al régimen de Bashar al Assad.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) informó que ya no queda ningún hospital en funcionamiento en el este de la ciudad, la cual controlan los rebeldes que tienen respaldo de Estados Unidos y donde aún viven 250 mil civiles.
Por su parte la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio la triste noticia a través de un comunicado citando informes de esa zona: “No hay actualmente ningún hospital en servicio en la parte asediada de la ciudad”, sin embargo, aunque ya no están asegurados importantes servicios como intervenciones quirúrgicas y tratamiento para traumatismos, los más sencillos “aún están disponibles en pequeñas clínicas”.
Este fin de semana el emisario de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, advirtió que “el tiempo se agota y estamos en una carrera contrarreloj”, pues la población civil ya no tiene garantía de recibir alimentos ni atención médica.
Desde junio pasado, la OMS tienen prohibido entrar al este de Alepo, esto después de que las tropas del gobierno sirio tomaran control de la última ruta de acceso, mientras que los barrios del oeste, en poder del régimen, a pesar de los sangrientos ataques aún reciben ayuda humanitaria.
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