Máscaras, disfraces y música son los elementos que se usan para borrar la línea entre “normalidad” y “locura” en el carnaval “Ponte Loco” que desde 2012 se celebra en la Ciudad de México, ¿ya lo conocías?
En la llamada “fiesta de la locura” los participantes son internos de distintos albergues psiquiátricos, médicos, asistentes, familiares y demás gente que busca eliminar la discriminación hacia las personas con padecimientos mentales o daños cerebrales, pues en la algarabía todos se mezclan, se confunden y “terminan siendo iguales”.
En el trayecto marcado del Ángel de la Independencia al Monumento a la Revolución lo que se busca es invitar a conocer las condiciones médicas y evitar los prejuicios e injusticias que suelen despertar en la calle.
En declaraciones para La Jornada, el psicoanalista https://www.saludiario.com/wp-content/uploads/2015/12/8f6d71a5-bigstock-human-brain-and-computer-chip-39563953-1-e1464383720513.jpg Rincón, uno de los organizadores del carnaval y director del colectivo Désir/es Freudianos, lamentó que México se estanque en las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, pues la rica investigación científica “nada mueve”.
El también responsable de la Clínica Comunitaria de la colonia Morelos recordó que el país carece de una ley sobre salud mental, mientras que en naciones de primer mundo, como Italia, ésta existe desde hace décadas (1978) para favorecer el trato digno a las personas en situación de encierro psiquiátrico.
Explicó que la sociedad teme a la posibilidad de estar loca, por eso busca en el otro aquello de lo que rehuye, de modo que el Estado dicta qué es “normal” y “anormal” y tanto instituciones como familiares y amigos suelen olvidarse de sus “locos”.
El carnaval “Ponte loco” surgió en Iztapalapa, pero se ha replicado en Morelia, Michoacán, y se espera que en 2017 lo retomen en Ecatepec y Tepoztlán en el Estado de México.
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