El Hard Brexit, el rostro más duro de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (UE), amenaza con privar a los ingleses de acceso a medicinas, ya que el país se vería relegado a jugar un papel secundario en las actividades de investigación, señaló un informe del Public Policy Projects de este país.
El llamado Brexit duro impediría la entrada de trabajadores europeos, sacrificando incluso el mercado común.
Actualmente, la Agencia Europea de Medicamentos es la ventana que usan las farmacéuticas para introducir medicinas a Europa, pero con el Hard Brexit es probable que Gran Bretaña abandone este sistema.
Romper con dicho sistema pondría a los pacientes británicos en un papel secundario frente a los del resto de la UE, ya que las solicitudes de nuevas licencias de Europa para atender a unos 500 millones de personas tendrían prioridad sobre las del pequeño espacio de Reino Unido cuya población es de 65 millones.
Esta advertencia se produce ante la preocupación de que el mercado farmacéutico y biotecnológico británico se vea afectado por la decisión de abandonar la UE dada la naturaleza internacional de la ciencia y la industria.
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