Aunque la vacuna contra virus del papiloma humano (VPH) ha estado disponible desde hace varios años (en España se autorizó su uso en 2007), su incorporación en Latinoamérica ha sido lenta, mientras que en países como Chile grupos antivacunas se resisten a que las niñas sean inmunizadas argumentando riesgos para la salud.
A finales de septiembre pasado, por ejemplo, el consultor en epidemiología de la Organización Mundial de la Salud y Organización Panamericana de Salud (OMS/OPS), Roberto Águila, señaló que los recursos legales promovidos por activistas antivacunas en las ciudades chilenas de Chillán y Arica no tenían procedente histórico, luego de que fueran aceptados por Cortes de Apelación.
No obstante, en medio de este tipo de debates, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos tienen una buena noticia, pues informaron que dos dosis de la vacuna (en lugar del régimen de tres que está vigente) pueden proteger contra cáncer cervicouterino siempre que se apliquen entre los 11 y 14 años de edad.
El director de los CDC, Thomas Frieden, celebró este descubrimiento puesto que significa “que la protección contra el cáncer por VPH es segura, eficaz y de larga duración con dos dosis en lugar de tres”, lo que ayudará a proteger a más personas.
Tras dicho hallazgo, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. recomendaron que las dos dosis de vacuna se reciban entre los 11 y 12 años de edad con al menos seis meses de diferencia, si bien adolescentes de 13 a 14 años también pueden beneficiarse con este esquema de dosificación, en cambio, quienes tienen entre 15 y 26 años tendrían que aplicarse las tres dosis.
Dado que el VPH puede causar verrugas genitales y cánceres de ano, boca y garganta, además de cervicouterino, la aplicación de la vacuna se recomienda para ambos sexos, de modo que en algunos países comienza a ser gratuita para los varones.
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