Tofic Salum Fares, presidente de la Unión de Farmacéuticos de la Zona Centro de Tamaulipas, informó que en esta región operan 175 establecimientos del ramo, pero sólo 11 por ciento son pequeñas farmacias que han subsistido milagrosamente.
La mayoría de los establecimientos pertenecen a cadenas de farmacias y, con el alza del dólar frente al peso, los precios de las medicinas crecen y arrastran a las farmacias familiares que terminan siendo absorbidas por las cadenas.
En 2015 hubo incremento del 20 por ciento en los precios de las medicinas, sin embargo, se espera que para este 2016 la cifra sea mucho mayor, de 35 por ciento, lo que representa serio problema para los consumidores que se enfrentan a la disyuntiva de surtir sólo los fármacos “más importantes” o el total de la receta. Cuando los medicamentos genéricos se convierten en la opción para surtirla debido a sus precios más bajos, las farmacias familiares sufren.
Así las cosas, el representante de farmacéuticos reconoció que los negocios familiares sucumbieron ante las constantes alzas en los precios de los medicamentos aunado al proceso de inflación, de modo que en el mercado sobreviven farmacias de cadena cuya estructura les ha permitido sortear efectos negativos de la economía.
Al respecto, destacó que 15 unidades de farmacias de cadena han sido abiertas, mientras las farmacias familiares van desapareciendo.
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