En medio de una guerra de demandas en la corte de Nueva York, Estados Unidos, jurisdicción a la que se sujetó el contrato de compra del laboratorio mexicano Representaciones e Investigaciones Médicas S. A. (Rimsa) por parte de la multinacional de origen isrelí Teva Pharmaceutical Industries, ha saltado un proceso paralelos: el análisis que actualmente realiza la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) sobre más de un centenar de medicinas de la mexicana por presunta falsificación de documentos para su formulación.
Hasta el momento, el titular de Cofepris, Julio Sánchez y Tépoz, ha señalado que están analizando los fármacos para determinar si hubo manipulación en los registros sanitarios, como denunció la farmacéutica Teva, la cual entró en posesión de Rimsa apenas en marzo pasado.
El ente regulatorio ha asegurado que la visita efectuada el 22 de junio a la planta de Rimsa de Guadalajara, Jalisco, no obedeció a la denuncia de la israelí, sino a su trabajo permanente de verificaciones en plantas productoras, como lo señaló para el diario El Universal:
La Cofepris, de manera permanente, realiza verificaciones en todas las plantas productivas y dadas estas visitas se empezaron a detectar ciertos aspectos de los que había que tomar nota. Derivado de estas visitas se hicieron hallazgos [en Rimsa] y se detectaron las inconsistencias en estudios de estabilidad, productos fuera de especificación.
Cofepris explicó que, durante la visita, debido a que no había estudios de estabilidad de algunos productos, entre otras irregularidades, se optó por tomar muestras a 124 medicamentos y cerrar la planta el 14 de septiembre pasado.
Desde ese momento, los productos que no estaban en condiciones, fuera de especificación, los aseguramos, prohibimos la producción, prohibimos la comercialización de todos esos productos.
Posteriormente, a las muestras tomadas a los 124 fármacos se sumaron 69 más de otros productos.
Sánchez y Tépoz ha señalado que, con el cierre de la planta, los medicamentos fueron asegurados y se detuvo la producción.
Sin embargo, aún quedan fármacos de Rimsa disponibles en farmacias, los cuales no serán retirados hasta que haya evidencia de que son irregulares.
La solución estará en la ciencia. Yo no quiero adelantarme a decir que hubo un fraude puesto que todas las industrias, los laboratorios, tienen sistemas informáticos de apoyo y estos sistemas informáticos podrían tener o no, inconsistencias o errores. Lo que yo tengo que verificar es que esas inconsistencias o errores no se reflejen en la calidad del producto.
Esta declaración hecha a Agencia Reforma también agrega que, si al finalizar la auditoría (cuyo informe se prevé esté listo en enero de 2017) la Cofepris determina que los registros sanitarios de Rimsa tenían información falsa, se impondrán sanciones y denuncias penales.
Sobre las implicaciones por la venta de los fármacos, Cofepris señaló a El Universal que “hasta el momento no hay evidencia científica que muestre riesgos”.