Investigadores de tres universidades confirmaron la existencia de casos de la enfermedad tropical tifus de los matorrales en Chile, pese a que el padecimiento causante de unos 140 mil decesos anuales es endémico de Asia.
Las universidades locales del Desarrollo y la Católica de Chile en coordinación con la británica de Oxford confirmaron una serie de caos entre 2006 y 2016 en este país sudamericano, por lo que podría considerarse endémica también en una parte de esta nación.
“El tifus de las matorrales es una enfermedad común, pero una que se ha descuidado. Dado que se sabe que causa, aproximadamente, un millón de casos clínicos y mata al menos a 140 mil personas cada año”, señaló el profesor Paul Newton, director de la Unidad de Investigación Lao-Oxford-Mahosot en el Hospital de Investigación Wellcome Trust (LOMWRU), quien colaboró con este trabajo.
La bacteria Orientia tsutsugamushi se transmite por la picadura de un ácaro y se propaga dentro del organismo a través del fluido linfático y sanguíneo. Además de causar fiebre y erupción cutánea, produce anormalidades únicamente detectables con ayuda de pruebas de laboratorio, como niveles elevados de proteína C reactiva y de las enzimas del hígado.
Se pensaba que la patología se limitaba a una zona conocida como el “Triángulo Tsutsugamushi”’ (desde Pakistán, en el oeste, a Rusia en oriente y hasta el noreste de Australia, en el sur), sin embargo, en 2006 se identificaron dos casos fuera de esta zona: uno en Medio Oriente, causado por una bacteria que no se había registrado, pero relacionada con la Orientia tsutsugamushi, a la cual se le bautizó como Orientia chuto; el segundo se presentó en Chiloé, la mayor isla frente a la costa de Chile continental.
Asimismo, en enero de 2015 y a principios de 2016, otros tres casos se identificaron en el hospital de Ancud, en la costa norte de esta isla. Las muestras fueron procesadas en la Pontificia Universidad Católica de Chile y, tras sospechar del tifus de los matorrales, las provenientes del primer paciente fueron enviadas a la Unidad de Medicina Tropical Mahidol de Oxford Investigación (MORU) en Tailandia, y al LOMWRU, su Unidad de Laos, en Vientiane, centros líderes en el estudio de esta enfermedad.
Al respecto, uno de los coautores de la investigación, el doctor Tom Weitzel, de la Universidad del Desarrollo en Chile, hizo hincapié en que la presencia de estos casos incrementa la comprensión de la epidemiología de la enfermedad, pues “sugieren que puede haber una distribución global mucho más amplia que la que anteriormente se pensaba”.
Newton agregó que lo descubierto en Chile “pone de relieve la necesidad de una mayor investigación y atención” hacia la enfermedad.
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