La medicina es indudablemente una de las ciencias que más avance ha presentado en el último par de siglos. Pese a ello la viruela y la peste bovina se mantienen como las únicas dos enfermedades en haber sido completamente erradicadas del planeta, siendo pieza fundamental en la desaparición de la primera de ellas el doctor Donald Henderson, quien falleció el pasado viernes a los 87 años de edad.
Según explicó Leigh Henderson, su hija, el doctor Henderson falleció en un hospicio de Baltimore como consecuencia de algunas complicaciones derivadas de una fractura de cadera, complicaciones entre las cuales se incluía una infección provocada por estafilococos resistentes a los antibióticos, patógeno que, irónicamente, él mismo había investigado y sobre el cual había despertado conciencia.
Como seguramente sabes Donald Henderson fue el encargado de liderar a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su guerra contra la viruela, guerra que comenzó en 1966, y que culminó en 1977, poco más de una década después, en un hospital de Somalia, donde se detectó el último caso de la mortal enfermedad.
Tras la erradicación de la viruela, Donald Henderson fue requerido posteriormente para ayudar en el combate del sarampión, polio, gusano de Guinea y otras tantas enfermedades, aunque nunca con el éxito que alcanzó en su lucha contra la viruela.
Asimismo, tras la erradicación de la viruela, Henderson se desempeñó como decano de lo que hoy se conoce como la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health, además de haber servido como consejero de varios presidentes estadounidenses en temas de bioterrorismo.
Descanse en paz, Donald Ainslie Henderson.
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