En México existen alrededor de 240 centros autorizados a realizar trasplantes de riñón; sin embargo, el 40 por ciento de los mismos no efectuó ninguna intervención quirúrgica a lo largo de todo 2015, así lo denunció el doctor Alan Gabriel Contreras Saldívar, especialista del Instituto Nacional de Nutrición y Ciencias Médicas “Salvador Zubirán” (INCMNSZ).
Durante el simposio “Enfermedad renal crónica: Los retos globales y nacionales de una epidemia creciente” efectuado en la Academia Nacional de Medicina de México, Contreras Saldívar comentó que “no es posible que se tengan centros autorizados de trasplante de riñón abiertos que no se van a ocupar”, por lo que pidió que se dejen de “hacer estas promesas de campaña que sólo gastan recursos, lo que se necesita es tener pocos centros, pero donde se enfoque ese dinero para que a los pacientes les vaya mejor”.
Al respecto, detalló que recientemente se realizó un estudio donde se analizaron cuatro centros autorizados de trasplante de riñón en el país, lo que permitió observar que ninguno coincidía en sus políticas de distribución de riñones ni en la asignación de órganos dentro de los nosocomios.
Mientras que el artículo 339 de la Ley General de Salud apunta que el Centro Nacional de Trasplantes, “así como los Centros Estatales de Trasplantes que establezcan los gobiernos de las entidades federativas, decidirán y vigilarán la asignación de órganos, tejidos y células, dentro de sus respectivos ámbitos de competencia”, el especialista hizo notar que en el país existe “una división geográfica que nos podría ayudar a hacer una lista regional, pero tenemos un sistema de salud totalmente fragmentado”.
Destacó que “probablemente existe una lista de espera en un hospital del sector salud que no comparte sus prioridades con la otra lista; lo grave es que al no haber un sistema que ubique por región la gravedad, entonces los cirujanos no podemos saber dónde se encuentran los pacientes que están más graves”.
Asimismo señaló que, a fin de fomentar el uso de órganos de donadores cadavéricos, se tendría que contar con ministerios públicos especializados, ya que “los pacientes tardan un promedio de 6 a 7 horas para que se pueda liberar la autorización para la donación de órganos, lo cual es un incentivo sumamente negativo”.
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