Finalmente la secretaria de salud de San Luis Potosí, Monica Liliana Rangel Martínez, se presentó ante el gobernador de la entidad, Juan Manuel Carreras López, para informarle que retomará sus actividades al frente de la dependencia estatal.
Rangel Martínez agradeció públicamente a la gente por la preocupación mostrada sobre su estado de salud y aseguró que es falso el rumor de que había sido víctima de un atentado o violencia doméstica.
Reiteró que se trató de un “penoso accidente” del que se dijo responsable, pues la herida que recibió por una “pluma pistola” se habría presentado al acomodar la ropa de su esposo, donde se encontraba el artefacto.
Destacó que ya tenía aversión por las armas de fuego y que con tal incidente ésta se incrementó, por lo que no las permitirá en su hogar.
La funcionaria explicó que fue trasladada desde Axtla de Terrazas, donde ocurrió el accidente, a un hospital de la zona metropolitana porque en el municipio huasteca no fue posible detectar la bala que podría haber afectado algún vaso sanguíneo en la zona donde se incrusto.
Detalló que, derivado de este incidente, tuvo fractura de costilla, pero que ahora se encuentra en óptimas condiciones para retomar sus deberes.
Previamente, el Presidente del Comité Directivo Estatal del PAN, Xavier Azuara Zúñiga, pidió que la Procuraduría General de la República (PGR) investigara este asunto, pues aseguró que no puede ser catalogado como accidente doméstico en tanto que se vio involucrado un artefacto prohibido por la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Seguridad Pública del Congreso de SLP, Manuel Barrera Guillén, pidió comprobar si la secretaria de salud portó un arma prohibida en espacios públicos, lo que comprometería su puesto, no obstante, con la vuelta a sus labores, estas observaciones parecieran quedar en el olvido.
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