En septiembre de 2015 ocurrió un hecho significativo para la humanidad, pues la Organización Mundial de la Salud (OMS) retiró a Nigeria de su lista de países con polio endémico, con lo cual el continente africano quedaba libre de esta enfermedad causante de parálisis irreversible.
En 2009 se contabilizaron 338 nuevos casos y en 2014 apenas seis, por lo que salir de esta “lista negra” parecía un paso natural en la lucha contra la transmisión del poliovirus, no obstante, el organismo internacional dio a conocer la mala noticia de que se han identificado a dos niños al noreste del país, en el estado de Borno, quienes han quedado paralizados por la enfermedad.
A través de un comunicado de prensa la OMS pidió “responder urgentemente” a este nuevo brote para evitar que más niños se contagien.
Matshidiso Moeti, directora de la Oficina Regional para África de la OMS, detalló que “la máxima prioridad en estos momentos es inmunizar rápidamente a todos los niños cercanos al área afectada, para asegurarnos de que ningún otro sucumba a esta terrible enfermedad”.
Sobre este desafortunado episodio, el organismo destaca que sirve para recordar a la comunidad internacional que no hay espacio para las distracciones a fin de acabar con la polio.
Esta noticia surge cuando el final del virus parecía aproximarse, y de ello una tabla de Statista da cuenta, pues muestra que entre 2013 y 2014 en el continente africano se calculaban unos 50 casos, cifra muy inferior frente a la registrada en la zona del Mediterráneo Oriental, con 363, o bien, frente a otras enfermedades infecciosas como la malaria, que sólo en África había ocasionado 44 millones 737 mil 4 casos.
Según cálculos de la OMS, la poliomielitisis iba a ser erradicada a finales de este 2016, de modo que el presente brote significa importante retroceso.
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