Seguramente en más de una ocasión has estado inseguro sobre la adquisición de un producto y quizás en alguna de estas veces hayas optado por comprarlo basado en la garantía de “si no está satisfecho le regresamos su dinero”, práctica cada vez más común en el mercado; sin embargo, ¿te atreverías a ofrecer este tipo de garantía a alguno de tus pacientes?
Aunque seguramente tu respuesta sería un categórico “no” (respuesta sumamente comprensible ante el sinfín de variables que influyen en la respuesta de un paciente al tratamiento), quizás te sorprenda saber que GlaxoSmithKline está ofreciendo esta garantía a aquellos pacientes que se atrevan a someterse a Strimvelis, una innovadora terapia genética desarrollada para tratar la Inmunodeficiencia Combinada Severa, también conocida como Síndrome del Niño Burbuja.
Así es, tal y como lo leen, la distinguida farmacéutica inglesa ha ofrecido reembolsar el coste total del tratamiento de Strimvelis a todo aquel paciente que se someta al mismo y no logre ser curado; sin embargo, las cosas no son tan sencillas como pudieran parecer, pues el revolucionario tratamiento, mismo que fue aprobado en mayo pasado en Europa, tiene un costo superior a los 594 mil euros (650 mil dólares ó 12 millones 234 mil 712 pesos aproximadamente).
Si bien el precio del tratamiento pudiera parecer un “poco elevado”, es importante tener en cuenta que la Inmunodeficiencia Combinada Severa es una condición sumamente rara, pues se presenta en una vez cada 200 mil ó un millón de nacimientos en el mundo (se estima que afecta a 15 personas en Europa cada año), por lo que cada uno de los casos referidos para la utilización del tratamiento se estudiarían de forma individual en busca de subsidios y formas de financiamiento alternas según señaló Sarah Spencer, vocera de GSK.
Por su parte el doctor Luca Pani, director general de la Agencia Italiana de Medicinas y encargado de negociar el precio del tratamiento con la farmacéutica británica, considera que las otras opciones para pacientes que sufren de esta condición (trasplante de médula ósea o reemplazo enzimático a largo plazo) son igual o más costosos y no incluyen la osada garantía que ofrece GSK.
Indudablemente una tentadora oferta para aquellas personas que padecen de Inmunodeficiencia Combinada Severa, y quién sabe, quizás en el futuro las grandes farmacéuticas comiencen a apostar por este tipo de garantías en algunos de sus fármacos, ¿te puedes imaginar colgar un letrero semejante afuera de tu consultorio?