No hace falta decirte de nueva cuenta que las nuevas tecnologías están revolucionando el mundo entero, siendo la industria médica y de la salud una de las que más beneficios ha obtenido de la revolución tecnología de las últimas décadas. Dado lo anterior es probable que en más de una ocasión hayas pensado en incursionar en el mundo digital a través de una startup de salud; sin embargo, antes de hacerlo existen algunos factores negativos que también debes tomar en cuenta.
Ante el boom y alta demanda que existe por servicios digitales es fácil dejarse seducir por este mundo, pues de triunfar en él las ganancias están más que aseguradas; a pesar de ello, es importante señalar que varios cientos de miles (sino es que millones) de personas comparten este mismo sentimiento, dando origen a igual número de startups digitales, de las cuales el 90 por ciento fracasarán estrepitosamente.
El número anterior es aún mayor cuando hablamos de startups digitales dentro del ámbito médico por cuestiones muy particulares de esta industria. Si estás decidido a iniciar tu startup digital dentro del ámbito de la salud, a continuación te compartimos un par de puntos que debes observar cuidadosamente.
Fondos insuficientes
Aunque pueda parecer absurdo, muchas startups digitales de salud fracasan porque se lanzan de forma prematura sin haber asegurado los fondos necesarios, ya sea porque el producto final no es lo suficientemente bueno como para monetizarse, no cuenta con el interés de los consumidores o simplemente carece de foco.
Falta de un público meta
Como bien dice el dicho, “el que mucho abarca, poco aprieta”. Generalmente los emprendedores creen que pueden hablarle a todos los públicos al mismo tiempo, lo cual termina siendo un error terrible. Concéntrate en un grupo específico y posteriormente, en caso de ser posible, diversifícate.
Los pacientes no están acostumbrados a pagar por estos servicios
En internet existe una gran cantidad de contenido que puede obtenerse de forma gratuita. Por si fuera poco, las personas no son muy adeptas a gastar de más en su salud, pues como podrás darte cuenta por la proliferación de los medicamentos genéricos y los consultorios en farmacias, todos buscan el precio más bajo, ya ni siquiera hablemos de descargar apps o pagar servicios de salud online.
Flexibilidad extrema
Muchos emprendedores son conscientes de la gran oferta de contenidos que existen dentro del mundo digital y se flexibilizan al extremo ante el temor de sucumbir ante la competencia. El problema radica en que al atender todas las demandas de los inversionistas, socios o consumidores el objetivo inicial de la startup puede comenzar a diluirse.
Invertir no significa validar
Ya mencionamos la falta de fondos como uno de los errores más comunes cuando se busca iniciar una startup digital médica; sin embargo, quienes los consiguen de manera fácil también tienden a caer en un error, pues consideran que el contar con inversionistas dispuestos a arriesgar su dinero automáticamente valida su startup, algo que no podría estar más alejado de la realidad. El que haya gente interesada en invertir simplemente significa que tu proyecto es interesante.