Una de las grandes preocupaciones que existe entre la comunidad médica es aquel que representa la resistencia bacteriana, situación que dentro de poco podría dejarnos indefensos ante enfermedades comunes; sin embargo, las bacterias no son los únicos organismos que se han hecho resistentes ante nuestros remedios, un ejemplo de dicha aseveración son los piojos.
Los piojos son un problema de higiene y salud que se presentan con mayor frecuencia entre los niños, y de acuerdo con un estudio realizado en el Hospital Infantil Peyton Manning en Indianápolis hasta el 98 por ciento de estos pequeños parásitos se han vuelto resistentes a los remedios comúnmente usados para deshacerse de ellos.
Según lo reportado por la citada institución, los piojos han mutado en los últimos años en una especie de “súper piojos”, los cuales son prácticamente inmunes a las piretrinas y piretroides utilizados comúnmente en el tratamiento para erradicar este tipo de infestación, por lo que los médicos han comenzado a pedir a los padres que soliciten tratamientos diferentes para el tratamiento de estos parásitos.
Este estudio apoya lo que todos los médicos hemos estado viendo en nuestros consultorios y clínicas: un incremento en la aparición de piojos resistentes al tratamiento”, señala el doctor Chris Belcher, autor principal del estudio.
Para comprobar su hipótesis los investigadores recolectaron 138 muestras de estos parásitos entre julio de 2013 y mayo de 2015, mostrando una gran resistencia hacia los fármacos comunes, situaciones que se ha debido al abuso de estos productos según se indica en el estudio.
Aunque los citados tratamientos deben ser utilizados un total de dos veces para ser eficaces, el 69 por ciento de los entrevistados confesaron haber utilizado estos productos al menos cinco ocasiones antes de acudir al médico para obtener ayuda profesional.
Otro factor que ha contribuido a la resistencia de los piojos es que muchos padres ocupan el producto de forma errónea al confundir residuos de gel u otros productos con piojos, alterando la química del cabello y facilitando que los piojos se adapten a ésta.
Cabe destacar que la investigación se complementa con un par de videos donde se demuestra como los piojos, lejos de morir ante el uso de las piretrinas, lucen extrañamente vigorizados por las mismas.
No cabe duda que la falta de consciencia por parte de los pacientes en el empleo de las sustancias químicas está terminando por entregar a nuestros enemigos la mejor ayuda para su subsistencia, por ello es menester encontrar un método verdaderamente útil para orientarlos sobre el correcto uso de los fármacos.
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