¿Cuál es la relación entre una vaca y el asma infantil? Tal vez sea ilógico pensar en semejante asociación, pero para un grupo de investigadores de la Universidad de Chicago, estos animales bovinos podrían ser la solución para prevenir el asma infantil.
Estudios previos ya habían dado a conocer que los niños que viven en granjas en algunos países del norte de Europa presentan menos incidencia de asma que los menores que habitan en ciudades.
Para comprobar si la vida rural es un buen método para prevenir el asma infantil, los científicos llevaron a cabo un estudio en comunidades huteritas y amish, quienes viven en comunidades granjeras alejadas de las grandes urbes.
Al realizar la investigación, los científicos hallaron que a los niños huteritas la vida en el campo no les protegía del todo contra dicha enfermedad respiratoria, pues tenían una media de casos de asma semejante a la de los niños de las ciudades. En cambio, los niños amish presentaron un menor índice de casos de asma: un niño asmático por cada seis que hay en las ciudades.
Al preguntarse los científicos qué era lo que marcaba aquella diferencia, los expertos hallaron una mayor concentración de endotoxinas, un tipo de partículas (casi siempre proteínas) que ayudan a estimular la reacción inmunológica del organismo humano. Y mientras los huteritas practican la agricultura mecanizada, los amish aún usan animales (vacas y bueyes, que son la principal fuente de emisión de esas endotoxinas). lo que hace que los niños se encuentren en permanente contacto con esos animales.
“Aún no podemos sacar una conclusión definitiva, pero es posible que ese contacto temprano y continuo con los animales ayude al sistema inmunológico de los niños a volverse más fuerte y por lo tanto, a ser más resistentes contra el asma. Sería imposible meter una vaca en cada casa, pero seguiremos investigando para confirmar los datos del estudio”, dijeron los investigadores.