Este viernes darán comienzo de manera oficial los Juegos Olímpicos de Río 2016, evento que, como seguramente sabrás, se llevará a cabo a pesar de los temores que existen en torno a la propagación del zika, riesgo que es prácticamente inexistente de acuerdo con la OMS. Sin embargo, si tú o alguno de tus pacientes tiene pensado acudir a la justa olímpica quizás te convenga saber que contraer zika no es el único ni el mayor de los riesgos de salud que existen en la ciudad sudamericana.
En los últimos días las aguas súper contaminadas de la ciudad brasileña han acaparado las miradas, pues incluso los expertos en salud han aconsejado a los atletas que competirán en la Bahía de Guanabara mantener la boca cerrada por temor a las enfermedades que pudieran contraer en ingerir cualquier cantidad del líquido.
De hecho un reporte presentado recientemente por Reuters destaca la presencia de súper bacterias resistentes a los fármacos no sólo en las playas más conocidas de Río de Janeiro, sino en aquellas que serán utilizadas como sede de eventos olímpicos, situación por demás preocupante para los atletas que buscarán la gloria olímpica en ellas.
“Los atletas nadarán literalmente en mierda humana y corren el riesgo de enfermarse a causa de los diferentes microorganismos”, sentencia el doctor Daniel Becker, pediatra local en Río de Janeiro, en declaraciones recogidas por el New York Times.
Y si crees que el quedarte en la superficie evitará que contraigas alguna enfermedad no deseada, no podrías estar más equivocado, pues el aire que se respira en las calles de Río de Janeiro está igualmente contaminado (de hecho sobrepasa los niveles de contaminación recomendados por la Organización Mundial de la Salud).
Aunque el problema de la contaminación aérea era por demás conocido cuando se otorgó la sede a Río de Janeiro en 2009, Brasil aseguró que para la fecha de realización de los Juegos Olímpicos se habría dado solución a este problema, lo cual es evidente que no se logró de ningún modo, pues anualmente 12 millones de personas mueren en Río por problemas derivados de la contaminación del aire, que por si fuera poco es el primer factor de riesgo para eventos cerebrovasculares.
Lo anterior toma mayor relevancia si consideramos que todas las pruebas de atletismo (las más esperadas de la justa) se realizan al aire libre, lo cual es un claro riesgo para la salud de atletas y turistas.
Por lo menos con estas noticias podemos asegurarte que lo último en que tus pacientes pensarán durante sus vacaciones en Brasil será el zika.
