A través de un comunicado, los Servicios de Salud Mental de la Secretaría de Salud informó que el trastorno de ansiedad se encuentra entre los primeros lugares de problemas mentales, emocionales y de comportamiento entre los niños y adolescentes mexicanos.
En dicho comunicado, se menciona que cuando un menor o un joven presenta cualquiera de estos trastornos y no logra controlar los episodios de ansiedad afectando con ello sus relaciones familiares e interpersonales, es común que experimente grandes periodos de miedo, pena o impotencia, lo cual puede afectar significativamente sus actividades cotidianas.
Al respecto, Clarissa Villaseñor, paidopsiquiatra de los Servicios de Salud Mental de la SSa, declaró que si estos problemas mentales no se detectan a tiempo, pueden derivar en trastornos más serios y de difícil solución como ausencias o problemas escolares y bajo rendimiento, disminución de la autoestima, abuso de alcohol o drogas, depresión y enfermedades mentales graves en la edad adulta.
“Por lo general la ansiedad en niños y adolescentes está acompañada por otros padecimientos como la depresión, trastornos de la alimentación y déficit de atención. Es importante que los padres de familia y profesionales de la salud que atienden a menores de edad en sus consultorios aprendan a identificar a tiempo esta clase de problemas mentales realizando primero una evaluación integral de la persona afectada y de su familia. Si los médicos familiares llegan a detectar esta situación, lo mejor es que envíen a la persona con el especialista para que éste realice terapia conductual para que aprendan a controlar las situaciones que detonan la ansiedad”, detalló Clarissa Villaseñor.
La especialista mencionó que el trastorno de ansiedad casi siempre se debe a problemas en la escuela, por lo que es necesario hablar con los profesores o director para que estén enterados de lo que ocurre.
Villaseñor afirmó que con el tratamiento adecuado y el apoyo tanto de los padres como de los profesionales de la salud, los síntomas de la ansiedad pueden ser controlados y la persona puede llevar una vida normal.